El Granero Philips completa la red de fábricas para la creación
El centro, situado en la Zona Franca, se destinará a la danza
El plan para adecuar una red de fábricas para la creación, impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona a través del Instituto de Cultura (Icub), parece marchar viento en popa. Después de destinar uno de los almacenes del Fórum a las artes circenses y anunciar la conversión de la antigua fábrica textil Fabra i Coats en un centro multidisciplinario, centrado en las artes escénicas y audiovisuales, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, ha presentado el tercero de los 10 centros para la creación artística previstos por el Plan Estratégico de Cultura, en el marco del programa Barcelona Laboratori. Se trata del denominado Granero de la Isla Philips (calle de Amnistia Internacional, 10), un espacio de 600 metros cuadrados que servía para secar bombillas y filamentos, el único que falta por rehabilitar de este complejo fabril que ya acoge la Biblioteca Francesc Candel y un centro de atención primaria.
Las obras, con una inversión de dos millones de euros, empezarán en 2009
En el Granero, situado en el barrio de La Marina, al lado del paseo de la Zona Franca, se instalará el Centro de Ensayo y Creación de las Artes del Movimiento, que será gestionado por la Asociación de Compañías de Danza de Cataluña y la Asociación de Profesionales de la Danza. Estas entidades serán las responsables de elaborar un plan de usos, a partir del cual se encargará el proyecto arquitectónico, y de convocar un concurso para nombrar al director artístico del centro. Las obras, que contarán con una inversión inicial de dos millones de euros, empezarán a principios de 2009 y durarán aproximadamente un año. "El Granero tiene una altura de casi nueve metros, que permitirá conseguir una segunda planta y duplicar la superficie, hasta alcanzar los 1.200 metros cuadrados", aseguró Jordi Martí, delegado de Cultura del Ayuntamiento, quien destacó el éxito de la convocatoria lanzada por el Icub y el Departamento de Urbanismo para elegir los arquitectos que llevarán a cabo los proyectos de reestructuración de las fábricas. De los 500 estudios presentados, se escogerán cinco, de los que saldrá el encargado de la reforma.
Como las demás fábricas, el Granero Philips se concibe como un espacio de trabajo e investigación, orientado más a los profesionales que al público. "Aunque no se trata de centros abiertos al público de forma estable, queremos que sean permeables a su entorno y establezcan relaciones con el barrio. Por su proximidad conceptual y logística, el Granero tendrá una estrecha vinculación con el Mercat de les Flors, pero se debe pensar en un trabajo de carácter más especulativo y no dirigido exclusivamente a la producción de espectáculos", precisó Martí, quien subrayó la dimensión social del proyecto.
Como ya pasó con los artistas plásticos y visuales, también en este caso Martí tuvo que disipar las preocupaciones de grupos y plataformas ya existentes, temerosas de resultar eclipsadas por este macroproyecto. "No queremos fagocitar o centralizar, sino articular el tejido artístico y cultural, y contribuir a hacer más visibles experiencias subterráneas".
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