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Bañarse con bandera roja 'costará' hasta 1.500 euros en Benicàssim

Una nueva ordenanza considera infracción grave no atender la señales

María Fabra

El Ayuntamiento de Benicàssim está dispuesto a preservar la integridad de sus bañistas y, salvando las distancias de los índices de mortalidad, pretende que la posibilidad sancionadora sea tan efectiva como la aplicada para el tráfico. Así, el equipo de gobierno ha elaborado una ordenanza en la que se califica de "infracción grave" bañarse cuando esté izada la bandera roja.

La misma normativa indica que las infracciones graves conllevan multas de entre 750 y 1.500 euros. El teniente de alcalde y responsable de Playas y Servicios Públicos en el Ayuntamiento de Benicàssim, Gustavo Ramón, desveló ayer que el borrador de la ordenanza tipo que facilita la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) recoge la misma calificación y sanción que las plasmadas en la norma benicense. En cualquier caso, señaló que, ante todo, "imperará el sentido común" y que, en el caso de que existan requerimientos no atendidos por parte de bañistas temerarios, el Ayuntamiento "ya cuenta con un arma legal para poder actuar en casos extraordinarios". Aún así, el edil mantuvo que la intención del Ayuntamiento es la de darle mayor relevancia a las banderas como señal y no como meras indicadoras del estado del mar.

Gustavo Ramón admitió que puede existir un conflicto en aquellos días en que el estado del mar precisa izar la bandera roja y que, precisamente, son aprovechados para la práctica de determinados deportes náuticos. En este sentido, reiteró que la ordenanza "permite llegar a la sanción pero lo que debe reinar es el sentido común, tanto del que infringe como del sancionador".

Las playas de Benicàssim registraron el año pasado una sola muerte y fue el caso de un bañista al que le dio un infarto. La ordenanza se debatirá durante el pleno municipal de hoy pero, en cualquier caso, éste no es el único Consistorio que dispone de una norma específica de seguridad y uso de las playas. En la provincia de Castellón, tanto la capital de La Plana como Oropesa, entre otros, disponen ya de ordenanzas. La ciudad de Castellón sí refleja infracción y sanción. En Oropesa, donde el año pasado se registraron cinco ahogamientos, la norma prohíbe el baño con bandera roja pero no recoge calificación para la infracción ni sanción correspondiente. El municipio de Almassora trabaja en la redacción de una ordenanza que estará vigente el próximo verano.

El Ayuntamiento de Burriana ha aprobado esta semana su ordenanza de uso y disfrute de las playas, que establece multas de entre 100 y 200 euros para quienes se bañen con bandera roja o cuando lo prohíba la autoridad. Como en Benicàssim, la norma regula las actividades habituales de la playa pero añade la prohibición de escuchar música cuando ésta produzca molestias a los demás usuarios y se superen los niveles máximos establecidos en la Ley de Protección contra la Contaminación Acústica.

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