Elogio unánime a un "político transversal"

El catalanismo de "un político transversal" como Josep Benet, como destacó ayer el presidente de la Generalitat, José Montilla, facilitó ayer que una miríada de partidos -en los antípodas ideológicos-, sindicatos y entidades cívicas y culturales manifestaran su condolencia por la muerte del historiador. El Salón de Sant Jordi del Palau de la Generalitat acoge hoy, hasta las 18.00 horas, la capilla ardiente. Dos horas después está previsto el funeral en el monasterio de Sant Pere de les Puel·les de Barcelona.

"Ha representado la tenaz fidelidad al país en la transversalidad", resaltó precisamente Jordi Porta, presidente de Òmnium Cultural, entidad que Benet ayudó a fundar y que en 1996 le otorgó el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes, galardón que promovió. "Su catalanismo estaba por encima de las ideologías clásicas de izquierda y derecha", se sumó el secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya, Artur Mas, concepto que copió su homólogo de Unió Democràtica de Catalunya, Josep Maria Pelegrí, que recordó la vinculación de Benet con el partido socialcristiano en los años cincuenta.

"Simbolizó el triunfo ante la dictadura de una generación", opina Tresserras

Pujol: "Fue uno de mis maestros. Se va con la mochila bien llena"

El reciente apoyo en las últimas elecciones al partido de Duran Lleida también fue evocado por el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, acción que enmarcó en la "gran preocupación" que Benet tenía por el futuro de Cataluña y que también queda reflejado en el prólogo de sus memorias, a la venta mañana, y que según la editorial podrían tener una segunda parte porque había empezado ya a escribirlas. Emocionado, Pujol, si bien recordó que tuvo con él momentos de enfrentamiento político, lo calificó como uno de sus "cinco maestros" (junto a Jaume Vicens Vives, Alexandre Galí, Joan Triadú y Josep Maria Ainaud de Lasarte), y resaltó su dedicación vital al nacionalismo, la fe cristiana y la mentalidad social y democrática tras una Cataluña deshecha a raíz de la Guerra Civil. "Se va con la mochila llena, habiendo hecho mucho trabajo y siendo fiel a sí mismo". El consejero de Cultura, Joan Manuel Tresserras, simbolizó en Benet "el triunfo ante la dictadura" de una generación que "le tocó reconstruir puentes con la tradición y luchar contra ejecuciones y exilios de intelectuales".

El factor humano de Benet también fue resaltado por el presidente del Parlament, Ernest Benach. "La ciudadanía catalana ha perdido una referencia de la ética y la moral indiscutible", aseguró, en una línea no muy alejada de la expresada por el vicepresidente de Iniciativa per Catalunya Verds, Jaume Bosch, quien habló de "punto de referencia nacional" y de "patrimonio de la gente que lucha por un mundo más justo".

"Queremos manifestar la plena solidaridad del sindicato con quien ha sido uno de los nuestros", señalaba una nota de CC OO, en la que no se olvidaba de su labor como defensor de sindicalistas encarcelados por la dictadura y su participación en el consejo del archivo de la entidad.

También la revista L'Avenç recordaba, como otras empresas culturales, la figura del omnipresente historiador en su consejo asesor, de una manera pareja a como el abad de Montserrat, Josep Maria Soler, atribuía parte de la sólida formación de Benet a su paso por la institución. Hasta el Partido Popular de Cataluña lamentó su muerte. En una brevísima nota, y obviando su condición de ex político catalanista, le destacó por ser "un defensor de los valores democráticos" y también por su labor como "historiador especializado en el estudio de la historia social, política y religiosa de los siglos XIX y XX". No había escapatoria quizá porque, como destacó el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod Rovira, "era muy inteligente; por ello, nunca nadie pudo acusarlo de nada durante el franquismo pese a estar detrás de muchas acciones contra el franquismo".

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