Costas aboca a Fertiberia a cerrar en tres años

La Dirección General de Costas ha rechazado el plan de cierre presentado por la empresa de fertilizantes Fertiberia en octubre pasado por considerarlo "inasumible". La empresa, perteneciente al Polo Químico de Huelva y propietaria de las balsas de residuos de fosfoyesos (subproducto del ácido fosfórico) ubicadas en las Marismas de Mendaña, presentó un plan para la clausura progresiva de sus instalaciones y de las balsas en un periodo de 10 años.

Fertiberia se comprometía a regenerar la zona afectada. El plan respondía a la sentencia de la Audiencia Nacional, que consideraba caducada la licencia que poseía la empresa desde 1968 para verter en ese espacio, a escasos 500 metros de la ciudad.

En el escrito remitido a la factoría, Costas entiende que aceptar el cese de la actividad en 2016, como planteaba la dirección de la planta, resulta "excesivo", porque "supondría que la concesión de los vertidos no hubiese caducado" y, por tanto, el escenario no se hubiera modificado, según afirmaron ayer fuentes de la Administración central. En la misiva se pide a Fertiberia "una reducción progresiva de esos vertidos en un plazo breve de tiempo".

La administración plantea como alternativa, "no como una condición de obligado cumplimiento", que el plazo máximo sea 2011. "Pero no más allá porque en el espíritu de la carta se recoge el deseo de Costas que se ejecute la sentencia", relataron las mismas fuentes: "Calculamos que es un plazo razonable para dar alcance a la resolución judicial".

El escrito de Costas impide a la fábrica la apertura de nuevas balsas para depositar los residuos procedentes de su actividad. La Administración autoriza a la planta seguir depositando los fosfoyesos en el espacio que dispone la fábrica en la actualidad como vertedero que ocupa una extensión de unas 1.200 hectáreas que acumulan unas 70 millones de toneladas de esos residuos. Este apartado es importante dado que el director de Fertiberia en Huelva, Roberto Ibáñez, ha reiterado en diversas ocasiones que sin las balsas de fosfoyesos la actividad de la empresa resulta incompatible.

Costas emplaza a la factoría al inicio inmediato de la recuperación ambiental de la superficie degradada y a la presentación de un plan de regeneración con voluntad de ejecución. Además, la Administración solicita un aval a la fábrica para que responda, en caso de clausura repentina, de que va a trabajar en esa recuperación, con costes a los presupuestos de la factoría y no con cargo al erario público.

Roberto Ibáñez afirmó ayer que la empresa elabora en estos momentos el escrito de contestación a Costas con la intención de presentarlo a final de semana. En ese escrito, la entidad prepara un calendario para asumir las exigencias de la Administración en el nuevo horizonte de tiempo planteado. Los planteamientos de Costas no satisfacen las reivindicaciones de la dirección de Fertiberia y supone "una reducción sustancial a las pretensiones que nos habíamos marcado". Para la empresa una década es tiempo "razonable" para clausurar la factoría de forma paulatina, regenerar la zona progresivamente y dar salida a los 300 trabajadores de la planta. Roberto Ibáñez precisó que "todo lo que suponga un recorte de la permanencia de Fertiberia en la Avenida de Francisco Montenegro -donde se ubican las fábricas del Polo Químico- será restar vida a esta factoría".