El temporal amaina

La crisis diplomática con Venezuela parece haber llegado a su fin. O al menos ha sido aparcada. Con ello se alejan los temores de una ralentización en la economía colombiana por la suspensión de las relaciones comerciales con el país caribeño, su segundo socio después de EE UU. Las previsiones del ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, y del propio FMI reducían el alza del PIB para este año desde el 5% hasta el 3,7%, sólo por el bloqueo. Una fuerte reducción en momentos en que la economía local atraviesa por su mejor estado de forma de la última década.

Colombia exporta a Venezuela unos 5.000 millones de dólares al año, poco menos del 16% de los 32.500 dólares en envíos al exterior que realiza anualmente el país andino. Si consideramos que durante el curso pasado uno de los motores del crecimiento de la economía colombiana fueron las exportaciones (15%), los efectos podrían haber sido incluso mayores de los esperados. Los envíos a Venezuela se centran especialmente en insumos básicos, alimentos y exportaciones no tradicionales, un apartado que en 2007 creció un 20%.

El Banco Central colombiano ha aplicado una agresiva política de alzas en los tipos de interés desde abril de 2006 para controlar la inflación

El producto interior bruto colombiano creció un 7% durante el curso pasado, una de sus tasas más elevadas de las últimas décadas

Sectores dinámicos

De mantenerse el bloqueo, la caída en los intercambios también hubiese afectado a la creación de empleo. El Ejecutivo colombiano llegó a pronosticar una pérdida de entre 80.000 y 100.000 puestos de trabajo en Colombia, y los empresarios del país suramericano revelaron que durante los días de crisis se dejaron de mover hacia Venezuela 120 millones de dólares en intercambios comerciales. No obstante, el anuncio de Hugo Chávez de reanudar las relaciones en la pasada Cumbre de Santo Domingo ha puesto de momento fin a la crisis, desviando la atención a los retos de la economía doméstica.

El PIB colombiano creció un 7% durante el curso pasado, una de sus tasas más elevadas de las últimas décadas. Este desempeño se ha sustentado, además de en las exportaciones, en un buen desempeño del consumo interno y de la inversión extranjera. Las encuestas incluso indican que los empresarios y los consumidores tienen un nivel de confianza pocas veces visto en las condiciones económicas. Los sectores más dinámicos en estos momentos son la industria manufacturera, el comercio, el transporte y la construcción. Todos creciendo a tasas superiores al 10%.

Sobrecalentamiento

En este contexto de bonanza el mayor riesgo es el sobrecalentamiento. El Banco Central colombiano ha aplicado una agresiva política de alzas en los tipos de interés desde abril de 2006, hasta 12 incrementos. El objetivo es controlar la inflación, que además ha sido reforzada desde mediados del año pasado con el crecimiento del precio de los combustibles y de los alimentos en el mercado internacional. El año pasado los precios crecieron un 5,4%, casi un punto y medio sobre la meta del instituto emisor. Para este año se espera que este dato llegue al 5,3%, nuevamente por encima de los pronósticos oficiales.

Con todo, las expectativas internacionales en la economía colombiana siguen siendo óptimas. La agencia Standard & Poor's mantuvo hace unos días su calificación para la deuda de Colombia, debido a las perspectivas de un fuerte crecimiento de la economía y de la recaudación de impuestos. La agencia espera que la inversión extranjera directa se mantenga boyante en los próximos tres años "debido a las privatizaciones de activos estatales y a los desarrollos en la industria del carbón, el petróleo y el gas".