De viaje a través del arte

Vermeer, Velázquez y Picasso. Tres mundos a los que ahora se puede acceder y visitar a través de sus obras más significativas como si de un viaje se tratara. Un recorrido por rutas varias que dejan de lado la habitual lectura lineal que se hace de sus creadores.

Con esa filosofía, la editorial Electa ha lanzado Art Book, una colección dedicada a los grandes maestros, los movimientos artísticos y las grandes civilizaciones. Hasta ahora se han publicado 37 volúmenes, con artistas como Cézanne, El Greco, Leonardo da Vinci, Manet o Caravaggio, pero también sobre civilizaciones como los etruscos, Grecia, Egipto, Roma o Mesoamérica. La colección, sin embargo, ha recibido un lavado de cara y se presenta con una nueva imagen y un nuevo precio (se rebaja de 11,90 a 8 euros). Junto a Velázquez, Picasso, Vermeer y los impresionistas son los protagonistas de los primeros volúmenes de la nueva etapa. En mayo saldrán a la venta los dedicados al expresionismo y a Renoir. La filosofía de la guía de viaje se ha trasladado a esta colección. Cada volumen está dividido en tres grandes secciones, que se corresponden con otros tantos niveles de lectura, y que son reconocibles gracias a bandas laterales de distinto color: la vida y las obras del artista; el contexto histórico y artístico, y el análisis de las grandes obras. De esta manera, el lector se libera de la tiranía de una lectura lineal y puede adaptar el recorrido según su criterio. Puede seguir el orden consecutivo de los capítulos o no. Sea cual sea el itinerario elegido en cada volumen, el lector se encontrará con un camino ilustrado con 300 fotografías.

Así, se pueden seguir los pasos de la biografía de Picasso a través de su producción creativa, que arranca de su infancia y adolescencia en Málaga, A Coruña, Madrid y Barcelona, con el comienzo de su actividad artística, el descubrimiento de París... Pero también desde el contexto histórico y artístico en que se encuadró la larga vida del artista, desde la revolución cubista hasta la influencia que en él tuvo la Guerra Civil.

Un acercamiento similar se puede realizar en el caso de Vermeer , probablemente uno de los artistas que más admiración suscita. Un entusiasmo que nació en el siglo XIX y que casi rozó el fanatismo. Los grandes coleccionistas estadounidenses de la época, como J. Pierpoint Morgan o Isabella Stewart Gardner, llegaron a ofrecer cifras astronómicas por la obra del artista -muy limitada en número- lo que favoreció la llegada a Estados Unidos de algunas de las piezas que hoy se exhiben en la Frick Collecion o el Metropolitan Museum de Nueva York o en la National Gallery de Washington.