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SEMANA SANTA

300 intérpretes y diez pasos para una Pasión en el corazón del Goierri

Segura revive un año más la celebración de Jueves y Viernes Santo

La Semana Santa por excelencia del Goierri guipuzcoano, en la centenaria villa de Segura, se mantiene con toda su parafernalia, pese al despoblamiento del interior del territorio y la pérdida de devoción. Las procesiones del Jueves Santo (la única que se celebra en la provincia mañana) y Viernes Santo continúan incorporando los diez pasos y los 300 participantes que las hicieron famosas desde principios del siglo XVII. Y ya tiene mérito en un pueblo que no llega a 1.400 habitantes.

Las procesiones son el resto que queda de una práctica de la Semana Santa repleta de rituales cotidianos. Como recuerda el estudioso Antxon Aguirre en un artículo publicado en la revista Narria del Museo de Arte y Tradiciones Populares, el Jueves Santo mantenía hasta hace decenios prácticas singulares: por ejemplo, entonces se desgranaba el maíz para la sementera, pues se creía que en ese día los parásitos no atacaban al grano. También se mantenían de Jueves Santo a Sábado de Gloria las ventanas y puertas cerradas, pues el Deabrue (el Diablo) andaba suelto, aprovechando que Jesús estaba preso.

De aquella Semana Santa popular, cuando los niños correteaban por decenas por las calles de la villa guipuzcoana, fundada en 1256 por Alfonso X el Sabio, se han perdido bastantes costumbres. Sin embargo, se mantiene el momento principal de mañana, cuando la villa se llena de devotos y la procesión de las 18.15 congrega a más de 300 protagonistas. Encabezan la comitiva niños vestidos con túnicas moradas, seguidos por costaleros, nazarenos, soldados romanos, los correspondientes pasos, y, por fin, las autoridades religiosas y civiles.

El día grande, como en el resto de las semanas santas, llega el Viernes de Pasión. Entonces, en Segura, terminada la ceremonia religiosa, se representa el descendimiento, con una pequeña escenificación en la recogida de los objetos del Crucificado (el INRI, los clavos, la corona de espinas) que luego portarán en bandejas niños ataviados de angelitos. Este momento se vive como el preámbulo de la procesión (18.15), en la que destaca el joven que ejecuta el papel de San Miguel Viviente, que en algunos momentos baila unos pasos medidos que sobrecogen al público presente.

Un grupo de niños vestidos de penitentes en la procesión de Segura.
Un grupo de niños vestidos de penitentes en la procesión de Segura.JESÚS URIARTE

Categoría artística

- Los pasos de la Semana Santa de Segura deslumbran por su calidad artística y ejercen como memoria de la categoría de esta villa clave en el camino real entre la meseta y el continente, hasta hace un par de siglos.- El más conocido es el de de Jesucristo Crucificado, del escultor sevillano Juan Martínez Montañés, aunque tampoco desmerece el resto, de entre los siglos XVII y XVIII, que representan escenas como la Oración en el Huerto o El Sepulcro.

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De Segura a Zerain

- Segura fue decisiva en el paso que desde San Sebastián se adentraba en la meseta por el túnel de San Adrián. Era la última villa que tenían los viajeros antes de enfrentarse al túnel, o la primera cuando venían desde territorio alavés. Un paseo por la localidad confirma su categoría histórica.- Iglesia de la Asunción. El templo corresponde a la tipología gótica vasca. Cuenta con un retablo churrigueresco de Luis de Carmona, quien talló 42 imágenes en madera de nogal, y una araña procedente de Bohemia, destinada según se cree a la catedral de Sevilla. Y luego está la casa de los Gebara, el portal de Zubi-aundi, el antiguo Palacio Episcopal o los palacios de Jauregi, Lardiazabal o Zurbano, verdadera muestra de una villa que ha sabido conservar todas sus señas de identidad.- Ardixarra. Es una de las últimas casas urbanas con estructura de madera que se conservan en Guipúzcoa. En la actualidad se ha convertido en el referente de Segura, ya que aloja un interesante centro de interpretación medieval.- Zerain. Cuenta con un museo etnográfico que recupera los modos de vida tradicionales de sus vecinos. La visita se completa con la serrería de Larraondo, que funcionaba con energía hidráulica, además de la cárcel, lugar de castigo para los mineros díscolos.- Dónde comer. Zerain cuenta con dos restaurantes: Mandioa (943 801705) y Ostatu (943 801799). En ellos se pueden degustar los platos clásicos de la gastronomía de la zona. Y en estas fechas, y durante toda la temporada, está abierta la sidrería Otatza (943 801757). En Segura, Imaz (943 801025) e Izkiña (943 802169).

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