Polonia da luz verde al escudo antimisiles de Bush
EE UU modernizará el Ejército de Polonia a cambio del permiso expreso del primer ministro, Donald Tusk, para desplegar 10 interceptores de misiles en este país fronterizo con el enclave ruso de Kaliningrado. Las negociaciones comenzaron en 2006, pero se vieron ralentizadas por el cambio de gobierno en Polonia. Ayer, Tusk, de visita oficial en Washington, dijo que el despliegue de misiles en Polonia y la ayuda a su ejército se considerará "parte de un mismo paquete".
Bush considera la instalación de un escudo antimisiles una prioridad para EE UU y sus aliados de la OTAN. Los misiles instalados en Polonia serían capaces de interceptar y destruir misiles balísticos intercontinentales lanzados desde dos puntos sobre los que la Administración republicana tiene puesta mucha atención: Corea del Norte e Irán. Para ello, EE UU ultima otro acuerdo con la República Checa para instalar un radar de alta potencia.
Este escudo de misiles lo había concebido el Pentágono cuando en Polonia gobernaba el ex primer ministro Jaroslaw Kaczynski, incondicional aliado de Bush. En 2006 comenzaron las negociaciones oficiales, que se vieron interrumpidas cuando el partido de Tusk, Plataforma Cívica, ganó las elecciones generales en noviembre.
Tensión con Rusia
Pese a que Lech Kaczynski, hermano gemelo de Jaroslaw, sigue como presidente, el cambio de primer ministro supuso un matiz: Tusk pide compensaciones concretas por permitir la instalación de los 10 interceptores de misiles. Su Gobierno ha pedido a EE UU que le ceda, para uso propio del ejército polaco, misiles antiaéreos como el US Patriot. Por ahora, la Casa Blanca no desvelará detalles concretos sobre el acuerdo.
El Gobierno polaco ha trasladado a EE UU la posibilidad de un aumento de la tensión en la zona después de las reiteradas protestas del presidente ruso, Vladímir Putin, sobre el despliegue de los misiles. En una reunión de jefes de la Unión Europea en Lisboa el pasado octubre, Putin comparó los acuerdos de EE UU con Polonia y la República Checa a una nueva crisis de los misiles.
Ayer Bush quiso apaciguar los ánimos del gobierno de Putin. "Éste no es un sistema dirigido hacia Rusia", dijo. "Me encargaré de asegurárselo también al presidente Putin".
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