La crisis de ERC rebota en el Gobierno
Joan Puigcercós dimite como consejero para dedicarse al partido y a disputarle el liderazgo a Carod - Montilla confía Gobernación al republicano Jordi Ausàs
Los socialistas catalanes tuvieron ayer poco tiempo para disfrutar las mieles de su último éxito electoral. La apabullante victoria del PSC y el desplome de ERC resultaron tan indigestas para los republicanos que originaron el primer gran susto para el Gobierno de José Montilla. El consejero de Gobernación y hombre fuerte del aparato de Esquerra, Joan Puigcercós, anunció a mediodía que dejaba el Ejecutivo para dedicarse en cuerpo y alma a taponar las vías de agua abiertas en su partido en la noche electoral.
ERC decidirá en tres meses si mantiene su apuesta por el tripartito
Puigcercós asumirá el liderazgo de su partido en el Parlament
ERC no aguantó la presión de perder la mitad de los votos recibidos en 2004, cinco de sus ocho escaños, y verse relegada a cuarta fuerza en Cataluña y al Grupo Mixto en el Congreso. La crisis estalló en toda su amplitud a media mañana, cuando Puigcercós comunicó por teléfono al presidente de la Generalitat, José Montilla, que abandonaba sus responsabilidades de gobierno para regresar al puente de mando de su partido. Eso sí, esta vez ERC decidió no montar ningún drama y Puigcercós dejó claro a Montilla que no debe temer por la estabilidad del tripartito.
Montilla recibió el mensaje con resignación y aceleró la reestructuración del Gobierno para diluir la crisis en la vorágine informativa de estos días. Se trataba de evitar cualquier parecido con las accidentadas crisis de gobierno protagonizadas en el pasado por Pasqual Maragall.
El nuevo consejero será Jordi Ausàs, alcalde de La Seu d'Urgell por ERC, cercano a Puigcercós y de perfil moderado. "Es la solución menos mala", admitieron fuentes próximas a Montilla, que incidieron en la rapidez con que se ha resuelto la crisis y en la voluntad de los republicanos de proporcionar estabilidad al tripartito.
La crisis está resuelta, pero el mar de fondo continúa. La salida de Puigcercós es sólo el primer estornudo de una gripe latente en la familia republicana, que la ha obligado a adelantar a junio su congreso previsto para otoño. ERC deberá dilucidar en este marco qué estrategia de futuro adopta y bajo qué liderazgo. El mantenimiento o no del rumbo del tripartito y la pugna entre Josep Lluís Carod Rovira y Joan Puigcercós marcarán los próximos meses. Pero nadie se atreve a certificar que el Gobierno catalán se haya blindado por completo de los avatares de uno de sus miembros. Hoy el tripartito se reunirá por primera vez tras las elecciones y Montilla dará instrucciones a sus consejeros sobre cómo mantener la cohesión.
Fuentes del Gobierno catalán explicaron que Montilla y sus dos socios, Josep Lluís Carod Rovira y Joan Saura, se emplazaron mutuamente a preservar la unidad, pero no trascendieron otros compromisos concretos más allá de apostar por el pacto de la Entesa. Queda por ver cómo lo conseguirán. De momento, los socialistas creen que el Parlament se convertirá en caja de resonancia de la crisis interna de Esquerra. Y temen que se repitan más a menudo episodios de "deslealtad" como el protagonizado por los republicanos al apoyar una moción de CiU que pedía el cambio del trazado del AVE por Barcelona.
Joan Puigcercós se perfila como el nuevo presidente del grupo parlamentario de ERC y será la cara visible del partido en la Cámara. Los republicanos utilizarán a Puigcercós para dar a su grupo parlamentario más proyección política y mediática de la que habría imprimido Anna Simó en solitario, llamada en principio a acaparar todo el protagonismo. Simó será sólo portavoz.
Pero la crisis no se circunscribe a ERC. El tercer socio del Gobierno, Iniciativa-Esquerra Unida, afronta su drama particular al haber perdido uno de los dos escaños que tenía en el Congreso y, de paso, el grupo parlamentario que compartía con Izquierda Unida. Pero hay una diferencia entre ERC e ICV.
En las filas ecosocialistas ningún sector cuestiona la apuesta estratégica del tripartito. Todo lo contrario ocurre en Esquerra, donde sectores minoritarios, pero muy ruidosos, claman por abandonar el Gobierno y afrontar con todas sus consecuencias el paso a la oposición. Por si acaso, ayer Josep Lluís Carod lanzó un toque de alerta a estos sectores. "Hacer de oposición es cosa del pasado", dijo el cuestionado líder independentista.
En Iniciativa la procesión va por dentro. Hoy habrá una sesión de catarsis presidida por Joan Saura. ICV reúne su consejo nacional con el objetivo de analizar sus resultados y planear una estrategia. El pleno parlamentario de mañana será un verdadero termómetro para calibrar los ánimos del tripartito.
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