Los sentimientos
Hace unos años comenzaron a aparecer unos grafitos misteriosos en los muros de la ciudad nueva de Fez, en Marruecos. Se descubrió que los trazaba un vagabundo, un campesino emigrado que no se había integrado en la vida urbana y que para orientarse debía marcar itinerarios de su propio mapa secreto, superponiéndolos a la topografía de la ciudad moderna que le era extraña y hostil. Esta cita de Suicidios ejemplares de Enrique Vila-Matas encabeza la declaración de intenciones de bdebarna.net, una web en la que cada uno puede escribir y ubicar en el mapa de la ciudad sus emociones, recuerdos, quejas.... De esta manera, se va creando un mapa de los secretos que esconde la ciudad.
Recorrerlo es un viaje impensable y sorprendente. En una esquina hay alguien que cada mañana ve pasar a la misma hora y por el mismo lugar a "la noia més bonica que he vist mai". Y señala el lugar y da la hora. Desde la web, recita Pavese, le desea que sea feliz y se aleja melancólico: "No té sentit, oi, dir que l'estimo?".
En otra página... un grupo está trabajando para reconstruir y documentar la memoria de la avenida de la Luz. La rehacen mentalmente y se ayudan mutuamente a recordar dónde estaba la armería Beristain, los olores de aquel pasaje y los personajes que lo poblaban un domingo por la tarde. Han rescatado un videoclip de Loquillo rodado en aquel escenario y están intentando, por ahora infructuosamente, que Ferrocarrils les deje ver documentación histórica y pisar la zona que ocupan de la vieja avenida.
Otro quiere reconstruir en la memoria el reloj floral que había en la plaza de Catalunya. A veces, son fotos. Uno denuncia los alquileres ilegales de pisos para turistas y cuelga una imagen de colas de viajeros en la calle esperando las llaves de uno de esos sitios. Otro ha fotografiado una bicicleta infantil de tres ruedas aparcada en la calle, como la de los mayores. La titula Aprenents. El vehículo ya ha sido víctima de los vándalos.
La web organiza los iconos del mapa para una navegación más fácil por esa otra Barcelona. Los de color rojo son historia de amor/desamor, las quejas se marcan en negro e incluso hay una categoría y un color, el amarillo, para lo inclasificable, "les anades d'olla". Vale la pena darse un paseo. Es un viaje sentimental, nostálgico o ciudadano.
