Goteras en las seis mayores constructoras
ACS, Ferrovial, FCC, Sacyr, Acciona y OHL empiezan a sentir en sus resultados, cotización y créditos, la desaceleración
Grietas y humedades en un edificio, el que conforma el sector de la construcción, que se halla en pleno proceso de reforma y ampliación. Más ingresos, más perímetro corporativo, pero también mayor deuda (y más cara) y menores ganancias. Las seis grandes constructoras (ACS, Ferrovial, FCC, Sacyr Vallehermoso, Acciona y OHL) empiezan a sentir en sus carnes, léase cuenta de resultados y cotización, el efecto de la desaceleración de la economía y de su sector y del endurecimiento crediticio.
En conjunto, las seis grandes obtuvieron un beneficio neto de 5.084,58 millones en 2007, lo que supone una reducción del 2,75% respecto al ejercicio previo; contabilizaron 67.317 millones en ventas, un 34,2% más que en 2006; y acumularon un incremento anual del 22% en su deuda.
Actividades relacionadas con construcción, cemento e inmobiliario aportan aún a las seis grandes cotizadas el 49,73% de sus ventas conjuntas
Obtuvieron un beneficio neto conjunto de 5.084 millones el pasado año, un 2,75% menos que en 2006, e incrementaron en un 22% su deuda
La crisis, con una repercusión todavía limitada en las cuentas anuales -el segundo trimestre fue aún excelente para las constructoras-, ha afectado de forma distinta a cada empresa según el momento y el grado alcanzado en su proceso de diversificación para reducir la dependencia de la obra pública y del mercado español ante un posible cambio de ciclo como el que hoy se vislumbra.
La búsqueda de una mayor rentabilidad ha primado sobre cualquier otra estrategia durante el último trienio en estos grupos. Para ello se han hecho con participaciones en empresas de energía (ACS en Unión Fenosa e Iberdrola, Acciona en Endesa o Sacyr en Repsol), en gestores de infraestructuras (Ferrovial se ha convertido con BAA en el primer operador de aeropuertos) o en constructoras de otros países (OHL y Ferrovial en Estados Unidos, Sacyr con la francesa Eiffage y FCC con la austriaca Alpine). La construcción pura y dura genera muchos ingresos, pero una rentabilidad muy limitada.
Los mercados, que han aplaudido hasta fecha reciente estas políticas, financiadas en gran medida a crédito aprovechando unos bajos tipos de interés, les penalizan ahora por su elevada deuda y por el debilitamiento de sus resultados y expectativas (todas cerraron febrero en Bolsa con pérdidas acumuladas en 2007 por encima del 20%).
El descenso en la progresión de las ganancias de las seis compañías citadas en 2007, por otra parte, hay que atribuirlo en parte a la disminución de los beneficios que se anotaron Ferrovial y Acciona por los menores extraordinarios registrados en relación con 2006.
La cifra de negocio conjunta creció un 34,7%, sin embargo, por la buena marcha que aún presentaba la obra civil (las actividades relacionadas con construcción, inmobiliario y cemento aportaron el 49,73% de dichas ventas) y por los ingresos que obtienen estas compañías de negocios en los que se han diversificado. Así, la energía aportó el 12,27% de sus ventas el último año frente a un escaso 0,17% en 2006; las concesiones, un 8,7%; y los servicios, un 29%.
Discriminando por compañías (véase la información gráfica), se observa que ACS volvió a ser en 2007 la número uno por beneficio e ingresos. Los analistas destacan en sus resultados la ralentización en el cuarto trimestre del fuerte crecimiento de su actividad constructora, el papel destacado de los servicios (su mejor división en términos relativos) y el buen comportamiento de la división de medio ambiente y logística. Un 24% de sus ventas las realizó en el exterior y el 66% procedió de actividades ajenas a la construcción. Desde el segundo trimestre, incorpora a sus estados financieros consolidación global su participación en Fenosa (45,3%). Sus otras participadas cotizadas (Abertis, Hochtief e Iberdrola) le aportan al beneficio operativo bruto 384 millones.
Acciona se situó como segunda compañía por beneficio (975 millones, un 28,9% menos que en 2006) pese a que sólo integró su participación en Endesa en el último trimestre, pero fue la cuarta por ventas (87.952 millones). De entre todas las constructoras, aunque es difícil catalogarla como tal "teniendo en cuenta que este año el 70% de su resultado operativo bruto vendrá del negocio eléctrico", escriben los analistas de Inverseguros, los resultados de ACS están entre los que menos nos "han gustado". "Las actividades ligadas al ladrillo siguen muy débiles".
Tras ellas, en el capítulo de beneficios, se sitúan FCC (737,9 millones) y Ferrovial (733,7 millones). Esta última, empero, es segunda en volumen de ingresos (14.630 millones) y FCC tercera (13.880 millones). Los resultados de Ferrovial, muy influidos por la consolidación completa de BAA (ha aportado 3.822 millones a sus ventas, 1.543 millones a su resultado operativo bruto y una merma de 217 millones a su beneficio neto) y por las desinversiones llevadas a cabo, muestran, en opinión de los analistas de Ahorro Corporación, un comportamiento algo peor de lo previsto en construcción y una evolución muy positiva en su división de servicios.
El resultado de FCC, que ha anunciado su intención de incorporarse al negocio energético, se ha visto impulsado en 2007 por las plusvalías obtenidas por la colocación en Bolsa de Realia, por otros extraordinarios, por el crecimiento de sus distintas áreas de negocio (sobre todo construcción y medio ambiente) y por la aportación de las nuevas empresas adquiridas. Un 36% de su facturación procede del exterior.
Las acciones de Sacyr Vallehermoso, quinta compañía por ventas y tercera por beneficio en 2007, cayeron un 6,93% el día de la presentación de sus resultados. Y eso, pese a haber incrementado sus ganancias un 74,5% impulsada por las aportaciones de Repsol (417,3 millones) y Eiffage (273,5 millones). El elevado peso de su deuda y el negocio ruinoso que podría suponerle, según algunos analistas, su desembarco en Eiffage, lastra unos resultados calificados de positivos por varios analistas y que muestran además un buen comportamiento de sus inmobiliarias Vallehermoso y Testa.
Deben 52.000 millones más que su capitalización bursátil
Las seis grandes constructoras incrementaron en 2007 un 22% su deuda, hasta situarla en conjunto en 92.659 millones de euros (52.000 millones más que el valor de su capitalización bursátil a 29 de febrero pasado).
En la clasificación por endeudamiento, Ferrovial se lleva la palma, con 30.264 millones de euros derivados de la compra del gestor de aeropuertos BAA, aunque redujo un 7,8% su importe con relación a 2006. La empresa debe esperar al 11 de marzo para conocer las nuevas tarifas aeroportuarias con las que deberá trabajar BAA durante cinco años. Con ese dato en la mano, tratará de renegociar 13.200 millones de deuda, de los que un 50% es dinero puesto directamente para la adquisición y la otra mitad corresponde a antiguos bonos de BAA, que se convertirán en nuevos bonos que tendrán como garantía los ingresos de los aeropuertos.
Después, en la clasificación por volumen de deuda, se situaron Sacyr (19.726 millones) y Acciona (17.804 millones), en ambos casos por sus apuestas por la energía. ACS cerró 2007 con un endeudamiento de 16.574,5 millones, atribuible a sus inversiones en energía e internacionalización. FCC alcanzó los 7.967 millones, una vez culminado su plan estratégico, y OHL acumula 2.260 millones de deuda por sus proyectos internacionales.
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