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Reportaje:

Humo contra el cambio climático

El Consell congela sus iniciativas para garantizar un desarrollo sostenible

Francisco Camps, presidente de la Generalitat, es amigo de los anuncios espectaculares para vestir los actos y eventos en los que participa. Pero muchas iniciativas surgidas al calor de la coyuntura carecen de impulso una vez apagados los focos. Es el caso de las 125 medidas establecidas contra el cambio climático que el presidente de la Generalitat anunció el pasado mes de noviembre ante los expertos de la ONU reunidos en Valencia como fruto de una supuesta estrategia valenciana definida hasta 2012 para abordar el problema en el ámbito autonómico.

A día de hoy, ni el Consell, ni la comisión interdepartamental creada al efecto han sido capaces de definir esas 125 medidas. Ni siquiera han sido capaces de establecer una estrategia genérica para abordar el problema. Así se desprende de la respuesta que firma Jorge Lamparero, director general para el Cambio Climático, a una pregunta formulada por CC OO.

Camps anunció en noviembre 125 acciones que aún no se han perfilado
El consejo asesor de medio ambiente lleva más de un año sin reunirse

Joan Martínez, secretario de Medio Ambiente, solicitó en diciembre pasado acceso a los documentos que recogen la estrategia valenciana contra el cambio climático y las 125 medidas específicas a las que aludió Camps.

Lamparero, en su respuesta por escrito, explica que "ambos documentos se encuentran aún en fase de elaboración y está trabajándose activamente en ellos". Un portavoz oficial de la Consejería de Agua y Medio Ambiente abundó en las palabras del director general. "La comisión delegada y la comisión interdepartamental de políticas de prevención ante el cambio climático, que se constituyeron en noviembre, han tenido al menos tres reuniones, una primera genérica, una segunda en la que cada departamento definió sus posibles ámbitos de incidencia y otra técnica en la que se han ido perfilando las 125 medidas", aseguró, "la próxima semana está prevista otra reunión de los técnicos para acotar las acciones concretas. Luego se elevará la propuesta a la comisión delegada para que la apruebe".

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El mismo portavoz evitó fijar plazos. Lamparero, en su respuesta por escrito, alude también a la "valoración" de las propuestas oficiales por parte del Alto Consejo Consultivo en Investigación, Desarrollo e Innovación y al Consejo Asesor y de Participación del Medio Ambiente (CAPMA).

Una mención que desata las iras de CC OO. Antoni Montesinos, representante del sindicato en el CAPMA, recuerda que la última reunión del consejo asesor se registró hace más de un año.

La ley que regula los derechos de acceso a la información, de participación pública y de acceso a la justicia en materia de medio ambiente, de julio de 2006, incorpora las directivas europeas derivadas del Convenio de Aarhus, que España ratificó en diciembre de 2004. Una de las claves del convenio en cuestión es la "participación del público en la aprobación de planes y programas y la elaboración de disposiciones de rango legal o reglamentario" que afecten al medio ambiente.

El CAPMA es el vehículo que garantizaría esa participación pública. Montesinos recuerda que la Administración domina el consejo de forma aplastante, lo reúne a su antojo y, en los últimos años, ha expulsado del órgano asesor a entidades como Agró, Ecologistas en Acción o ciertas asociaciones de vecinos. Sin embargo, reivindica su papel. Y comenta: "Un buen técnico podría definir una estrategia valenciana contra el cambio climático y plasmarla en 125 medidas concretas en un plazo de tres meses. Hay cientos de modelos disponibles, cientos de estudios e informes al respecto y están a disposición de cualquiera".

Montesinos comenta que la Administración debería limitarse a "aportar los medios técnicos" para que una entidad como el CAPMA acordara una estrategia conjunta contra el cambio climático. "Pero se limitan a aprobar por mayoría sus propias iniciativas", denuncia, "las reuniones del órgano asesor son un mero paripé".

Los presupuestos de la Generalitat para 2008 revelan, además, que el cambio climático está lejos de ser una de las prioridades para el Consell. La promoción del transporte sostenible, por ejemplo, está dotada con 100.000 euros. Y las líneas para controlar y depurar las emisiones de metano de los basureros de la Comunidad Valenciana ascienden a un millón de euros, una cantidad que los técnicos de CC OO consideran "irrisoria". Las inversiones en carreteras, sin embargo, se mantienen en magnitudes muy superiores.

El presupuesto de la Agencia Valenciana de la Energía crece un 50% respecto a 2007, pero dos tercios del incremento corresponden al aumento de financiación de parte del Estado.

Según Montesinos, "el esfuerzo inversor de la Generalitat" en materia de prevención del cambio climático "sigue siendo testimonial". Y cita en primer lugar la escasa dotación de la flamante Dirección General de Cambio Climático, cuyo presupuesto conjunto asciende a 6,8 millones de euros.

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