_
_
_
_

Ancianos de una residencia pública pasan las noches "llenos de orín"

Destituido el director del centro madrileño que ahorraba en comida

Una residencia pública de mayores dependiente de la Comunidad de Madrid registra graves deficiencias. Se llama Goya y en ella viven 51 personas con graves problemas de movilidad y necesitadas de constantes cuidados en sus necesidades más básicas.

Según el libro de incidencias de la residencia, el documento que recoge el día a día de la gestión de los trabajadores que cuidan de los ancianos, las residentes se despiertan mañana tras mañana empapadas "de pis hasta los hombros y con una fuerte tiritona por el frío", "llorando amargamente porque estaba llena de orina hasta el cuello" o "en condiciones higiénicas lamentables".

"Estamos sólo tres auxiliares para toda la residencia", anotan en el libro
214 familiares del centro que recortó la comida llevan un año quejándose

Las hojas consultadas, que incluyen las anotaciones hechas entre el 1 y el 20 de enero de 2007, describen un panorama desolador de falta de personal "estamos sólo tres auxiliares para toda la residencia", anotan, y de mayores desatendidos en sus necesidades más elementales. Por ejemplo, cuentan que a algunos residentes les tienen que asear sus familiares porque a ellos no les da tiempo. Lo más alarmante del caso, sin embargo, es que este diario ha constatado que los responsables de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales, tienen noticia de estos hechos, al menos, desde el pasado mes de abril, sin que nada hayan hecho para solventarlos.

Tras una denuncia de representantes de los trabajadores, al menos tres altos cargos de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales se reunieron en repetidas ocasiones con la plantilla de la residencia. Pese a ello, y tras las elecciones regionales de mayo, la Comunidad de Madrid no ha adoptado ninguna medida. La Consejería de Familia no había ofrecido a las 21.50 de ayer su versión de los hechos.

Cesado fulminantemente. Fue la respuesta de la consejera de Familia de la Comunidad de Madrid, Gador Ongil, ante la pretensión del director de otra residencia pública de mayores Manoteras, Juan José Araúzo, de ahorrar dinero limitando "el consumo de frutas y verduras", comprando "carne de menor categoría" o reutilizando el aceite en la cocina. "Se ha extralimitado en sus funciones", dijo Ongil, que convocó a la prensa en la residencia y dijo haberse enterado de las órdenes del director a través de la información publicada ayer por EL PAÍS.

Pero no contaron la consejera ni sus acompañantes con que se colase en la rueda de prensa Antonio Mayo, un jubilado que visitaba a su madre y que hace un año emprendió una cruzada contra las deficiencias del centro, "fundamentalmente por la enorme falta de personal". Avalado por 214 firmas de otros familiares de los 300 residentes, Mayo le hizo notar a la consejera que desde el 25 de enero del año pasado conocen en su departamento los "graves problemas del centro". Así lo demuestran los escritos con las quejas y el sello del registro de entrada de la consejería, con la citada fecha y con fechas posteriores.

La consejera, sorprendida por la intervención del espontáneo, lo negó: "Siendo yo consejera no he tenido conocimiento del asunto". Pero el gerente del Servicio Regional de Bienestar Social, Carlos Pérez, asentía y reconocía que se había reunido hacía meses con Mayo. Pero, tal y como demuestran las respuestas de la Administración regional a los sucesivos escritos de Mayo, las quejas de los familiares se perdieron en un laberinto burocrático en el que todos los responsables se pasaban la pelota diciendo que no era de su competencia. Los familiares nunca obtuvieron una respuesta hasta que trascendió un recorte en la dieta que, según los expertos consultados, puede afectar la salud de los mayores al reducirles el aporte en fibras o aumentar el consumo de ácidos grasos saturados.

La consejera madrileña de Asuntos Sociales, Gádor Ongil en la residencia Manoteras.
La consejera madrileña de Asuntos Sociales, Gádor Ongil en la residencia Manoteras.LUIS SEVILLANO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_