Todo empezó como una obsesión. Fue hace siete años, en una exposición de la artista Janet Cardiff en el PS1 de Nueva York. A Francesca von Habsburg-Lothringen, hija del barón Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza y esposa del archiduque Karl Habsburg-Lothringen, le fascinó lo que vio. Y quiso hacerse con una pieza de la artista.
JOSÉ ANDRÉS ROJO | Madrid
La tradicional imagen del arqueólogo armado de pico, pala y pincel con la espalda doblada sobre el terreno comenzó ayer a desaparecer, al menos en parte, para ser sustituida por la de un buscador de vestigios que escruta minuciosamente la pantalla de un ordenador. Dos arqueólogos argentinos han anunciado el descubrimiento de lo que pueden ser importantes restos del periodo precolombino.