El Metro pide más servicios mínimos y los autobuses siguen sin cumplirlos
Segunda jornada de paros del autobús y del Metro de Valencia en hora punta de la mañana, y todo sigue igual. Decenas de miles de usuarios soportaron, una jornada más, largas esperas en las paradas de la EMT (Empresa Municipal de Transportes) y aglomeraciones en el suburbano. Y de nuevo, los servicios mínimos de autobuses se incumplieron y se mantiene inalterable el enfrentamiento entre Ferrocarrils de la Generalitat Valencia (FGV), que gestiona el Metro, y los maquinistas convocados por el Sindicato Independiente Ferroviario (SIF), de huelga desde finales de enero.
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En ambos transportes públicos, los servicios mínimos están fijados en el 66% de la oferta habitual. En el Metro hasta ahora se han respetado, pero la empresa quiere aumentarlos en la franja horaria de las mascletades de Fallas, cuyo público abarrota los andenes tras el espectáculo.
En la EMT, en cambio, los servicios obligatorios se han vulnerado en los tres paros de la mañana celebrados desde el 26 de febrero, incluido el de ayer. De los 270 vehículos que deben circular durante la protesta de 6.00 a 9.00, no han salido de las cocheras más de 50 o 60. Por la tarde, de las 18.00 a las 21.00 sí han circulado los previstos.
La semana pasada, el concejal de Circulación, Alfonso Novo, avisó de que enviaría a la policía para "vigilar" el acatamiento de los servicios mínimos. Al mismo tiempo, reconoció que no tenía constancia de presiones de piquetes a los conductores. Pero en la mañana de ayer, ningún policía asomó por las cocheras de la EMT, donde los sindicatos "informaron" de la huelga a los conductores, que salieron con cuentagotas. No hubo malos gestos entre trabajadores ni agobios por parte de la empresa. Los sindicatos coinciden en que los paros cuentan con el apoyo mayoritario de la plantilla, "enfadada por los excesivos servicios mínimos". A pesar del anuncio de Novo, tampoco esperaban ver ayer a la policía. En opinión de los sindicatos, quedan pocos días para las elecciones generales y el Ayuntamiento no quiere arriesgar enfrentamientos como como los de Barcelona el lunes, cuando la intervención de la guardia urbana para asegurar la salida de los autobuses acabó con un conductor detenido y sabotajes en 12 vehículos. El conflicto en Barcelona ya suma la cuarta serie de paros. Los servicios mínimos se cumplen. Con un 50% en hora punta son inferiores a los de Valencia.
Fuentes municipales explicaron que los sindicatos se comprometieron a poner en la calle el 66% de autobuses, por lo que se descartó una presencia policial que podría derivar en enfrentamientos.Salvo una pedrada a un autobús fuera de las cocheras la semana pasada, no ha habido incidentes. Los sindicatos aducen que se obstaculiza la salida de autobuses porque los servicios decretados son abusivos, una "acción deliberada" que Novo censuró ayer. El concejal instó a los conductores a reaccionar "de manera voluntaria", y acusó a los sindicatos de "chantaje" y de presionar "a pocos días de las elecciones". El presidente del comité de empresa, Jaime Collado, de CC OO, negó una "huelga política" y recordó que desde enero han celebrado 15 reuniones del convenio sin avances. "Hoy [por ayer] incluso han presentado una oferta inferior a la que teníamos", dijo Collado.
De "chantaje" también habló la gerente de FGV, Marisa Gracia, que explicó a los medios su negativa "a ceder" ante el SIF. Según Gracia, "no hay nada que justifique la huelga" y el sindicato "aprovecha los días de Fallas para aumentar la presión". Precisamente, los paros entre las 12.45 y las 15.00, que coinciden con la gran afluencia de viajeros tras la mascletà, han servido de argumento a FGV para pedir más servicios mínimos, hasta el 90%. Gracia avanzó que la Dirección General de Trabajo probablemente comunicará hoy un aumento hasta el 75%. Ese mismo porcentaje se aplicará en los días grandes de la fiesta, con servicio reforzado, lo que equivaldrá a la circulación de trenes de un día normal. Pero en Fallas los viajeros aumentan casi al doble y no habrá trenes nocturnos.
Gracia destacó que en cuatro años FGV ha vivido una veintena de avisos de huelga, la mayoría con el SIF. Los paros al final han sido nueve, y ninguno en Fallas. El conflicto en esta ocasión se centra en un aumento de sueldo de 160 euros por productividad que FGV vincula a la negociación del convenio, mientras que el SIF considera que debe aplicarse a los maquinistas al margen porque deriva de acuerdos anteriores. El sindicato denunció "la campaña de descalificación" de Gracia, su falta de "diálogo" para solucionar una confrontación "que no es solo salarial" y anunció medidas contra servicios "abusivos".
La gerente esgrimió un estudio que calcula en 320.000 las horas de trabajo perdidas por pasajero en cuatro meses de una huelga de 2004. Por otra parte, las reclamaciones en el Metro ascendieron a 4.972 el año pasado, sobre 67 millones de viajes. La línea 1, en la que murieron 43 personas en accidente en 2006, acaparó 1.500. El mes pasado las quejas subieron un 30% hasta rozar las 400 por la huelga.
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