Hay que aparcar los prejuicios, las etiquetas y evitar las clasificaciones. Buscar un hilo conductor tampoco sirve. La Biennal 2008 del Whitney Museum of American Art, que mañana se inaugura en Nueva York, no aspira a titular las tendencias del arte actual o a construir o proclamar de forma forzada estilos o estéticas.
Honoré Daumier, marsellés, hijo de un vidriero poeta, fue el dibujante político más célebre del siglo XIX, pero murió ciego y casi arruinado en un domicilio que le ofrecieron sus amigos artistas. Tras su muerte en 1879, su figura, no sólo como dibujante sino también como un gran pintor y escultor, ha ido creciendo.
El Ministerio de Cultura corrigió ayer sus datos cinematográficos de 2007 y recuperó espectadores para el cine del año pasado. Nada menos que 15 millones. Según datos oficiales ofrecidos en la página web de Cultura, a finales del mes de diciembre, el descenso de las entradas vendidas en 2007 con respecto a 2006 fue de 20 millones.
"Yo sólo fui un señor que nació pobre en Málaga, trabajó toda su vida y le gustaron los hombres. Y ahí se acaban todos los símbolos". En boca del protagonista de Miguel de Molina. La copla quebrada estas palabras suenan a inmejorable resumen del personaje cuya vida y milagros fascinaron al dramaturgo Borja Ortiz de Gondra y la directora Rosario Ruiz Rodgers.