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Reportaje:

Un crédito del IVF salva el balneario de Chulilla

Una crisis en 2007 puso en riesgo la continuidad de las termas

Miquel Alberola

El Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) ha concedido un crédito de 1.200.000 euros a la empresa Termas de Fuencaliente, SA, que gestiona el balneario de Chulilla desde 1995, para relanzar las termas tras la situación crítica que atravesó en 2007 tras la caída de resultados del programa social del Imserso. El préstamo facilitado por el IVF cubre el 70% de la inversión que necesita la empresa para mejorar instalaciones y ampliar el centro termal, por lo que la inversión total ascenderá a 1.700.000 euros.

El órgano dependiente de la Consejería de Economía y Hacienda ha valorado la credibilidad de la empresa y la viabilidad de la operación, y ha pedido como garantía la hipoteca del contrato de arrendamiento de la empresa con el Ayuntamiento de Chulilla, propietario del balneario, que ha dado la conformidad a la operación.

Las inversiones y la floja respuesta al programa social causaron el apuro

La inestabilidad del balneario tuvo su raíz en la fuerte inversión realizada en las instalaciones por la empresa arrendataria en los últimos diez años, que ha alcanzado 7,5 millones de euros. En ese tiempo, el balneario ha pasado de tener 60 habitaciones a 100 y de emplear a 22 trabajadores a 75, por lo que constituye la empresa más importante de trabajo estable en la comarca de Los Serranos, con 60.000 pernoctaciones en su hotel de dos estrellas. El balneario alcanzó su máximo grado de vulnerabilidad al bajar la respuesta de clientes del programa social del Imserso de 2007 y, por consiguiente, los ingresos.

Este programa, con el objeto de desestacionalizar la demanda, se había ampliado a meses no habituales (enero y febrero, cuando antes empezaba en marzo), había incrementado las plazas y había externalizado las solicitudes (lo que complicaba la gestión ya que la empresa tenía que comercializar lo que antes le venía dado). La nueva situación desestabilizó a los balnearios con mayor número de plazas que habían hecho un esfuerzo inversor para aumentar de categoría. En el caso del de Chulilla, descapitalizado por las inversiones realizadas, tuvo peores consecuencias y provocó problemas de pago a los proveedores.

"Ha sido una situación incómoda que habría podido ser grave", explica el director y gestor del balneario, Xavier Marí, cuya empresa participa también en los de Montanejos y Baños de Montemayor (Extremadura). Con todo, el balneario, aunque con ganancias mínimas, cerró 2007 en positivo, con una facturación de 3,5 millones, y con los clientes adaptados a los nuevos plazos ha cubierto los meses de enero febrero con el 80% de ocupación. Marí reivindica para los balnearios una "discriminación positiva" por constituir espacios estratégicos en el desarrollo de la zona en la que están ubicados y por ser "empresas de interés social" que pueden ayudar a descongestionar un sistema sanitario masificado.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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