La desafecto de los primeros votantes
Los jóvenes no se ven reconocidos en la política, aunque 70.000 podrán acudir a las urnas por primera vez - Militantes y escépticos cuentan sus impresiones
Un 71% de ellos sienten poco interés o ninguno por la política (la mayor cifra en diez años), aunque le piden que aporte soluciones a sus problemas. Los jóvenes vascos se quejan de lo mismo que los del resto de España: "Nos hablan de terrorismo, cuando lo que nos afecta es no tener dinero para salir el fin de semana con la novia o tener que quedarnos en casa de mamá hasta los treinta", protesta uno de ellos. Casi 70.000 jóvenes de entre 18 y 22 años podrán votar por primera vez en unas generales el próximo 9 de marzo, pero los partidos políticos, la Iglesia y el Ejercito son las instituciones en las que menos confían, según el último retrato de juventud publicado por el Gobierno vasco.
"Los políticos deben hacer un esfuerzo especial para llegar a los jóvenes"
Maite tiene 19 años y muchas dudas sobre lo que hará el próximo domingo. Ni siquiera está segura de si irá a votar. "No me convence nadie, son unos hipócritas. Se dedican todo el tiempo a insultarse, en vez de proponer soluciones". Está segura de que no votará al PPr -"cuando oí por la radio lo del contrato para inmigrantes pensé que era broma", dice indignada-. Pero los socialistas tampoco le convencen demasiado. "Con mis amigos cuesta hablar de política, sobre todo aquí".
"La ven como algo muy lejano", explica Asier Gómez, de 21 años, militante EA y que se considera casi una excepción. "Mi generación habla de la política como si fuera algo reservado a los mayores, como si no les afectara. Pero una normativa sobre botellón sí lo hace; y cuando se decide cómo va a ser tu educación, también", razona. Los militantes de su edad en otros partidos coinciden en que el cisma entre los jóvenes y la clase política parece insalvable. "Le tienen miedo a la juventud porque no tenemos intereses que nos aten", declara Juan Arakama, de 18 años, que votará a EB. "Recriminan en vez de proponer", resume Erkuden Iturregi, 21 años, militante del PNV.
El paro y la precariedad son la principal preocupación de los jóvenes (un 48% los menciona), por delante de la vivienda (42%) y la educación (16%). El conflicto vasco sólo preocupa al 3%. La mitad de ellos se define de izquierdas, frente a un 14% de centro y un 5% de derechas. Entre los dos polos hay un amplio 31% que no sabe o no contesta cuál es su ideología.
La juventud asocia sobre todo la política a su vertiente institucional. "¿Qué les ofrece la política clásica?: afiliarse a algún partido, y eso lo rechazan", explica Ander Gurrutxaga, catedrático de Sociología de la UPV. "Sí están dispuestos a participar en protestas puntuales, pero la cultura del zapping en la que viven dificulta que adquieran compromisos".
"Habrá más abstención", vaticina Javier Elzo, responsable de la cátedra de Sociología en la Universidad de Deusto. "El mensaje del PNV que asegura que da igual quién gane entre PP y PSOE es nefasto. Los jóvenes tienen la percepción de que lo único que quieren los políticos es mantenerse en el poder. Eso sí, también influye el hecho de que estén ultramimados", añade Elzo. "Esta es una que generación nació con todo hecho", expone Gurrutxaga. "El sentimiento de heroicidad que durante la transición hizo que muchos jóvenes se implicaran ha desaparecido, aunque en el caso de Euskadi es particular, porque algunos militantes siguen siendo amenazados".
Bien lo sabe el Sergio Pérez, 20 años y militante del PSE, quien ve en la "manera de hablar de los dirigentes" una de las razones del desafecto. "Sergio, sabemos quién eres y dénde vives", rezaba una pintada cerca de su casa apenas un mes después de afiliarse a las Juventudes Socialistas. También con 20 años, Ignacio Toca, de Nuevas Generaciones del PP, siente lo mismo cuando hace campaña en Getxo y alrededores. "La gente te tiene especial manía si dices que eres del PP. En la calle van a por ti", se lamenta.
¿Qué se puede hacer para cerrar la brecha? "Hablar", asegura convencido el militante de EA. "La clase política tiene que hacer un esfuerzo especial para acercarse a la juventud. Tiene que preguntarle qué es lo que quiere y, sobre todo, explicarle por qué algunas cosas se pueden hacer y otras no."
"Nadie hace nada por ti"
"La democracia es una patraña, y votar es lo mismo que dar mi consentimiento a un sistema controlado por el gran capital". Así explica Jaime porqué se abstendrá de participar el 9 de marzo. Su ideología es de "izquierdas radical". Aunque rechaza la violencia y no tenía previsto votar a ANV, le enfurece que el debate electoral se haya reducido "a ver quién es más malo con ETA". "A la gente como yo se la ningunea. Vale que haya muchos que no voten por vagos, pero no todos somos así".
Demuestra Jaime una curiosidad intelectual rara en gente de su edad. Hace ya tiempo que hizo suyo un lema sindical que resume bien su postura: "Si nadie va a hacer nada por ti, vota a nadie". Según la encuesta del Gobierno vasco, la juventud suele dar mejores valoraciones a EB, Aralar, EHAK y Batasuna que los mayores de 30 años y dan menos puntos a PNV, EA, PSE y PP.
Mikel, de 19 años, sí iba a acudir a las urnas. Pero el partido al que iba a votar, ANV no estará en la liza, tras haber sido suspendido, algo que califica de "vergüenza política". Opina que utilizar la violencia es "legitimo, mientras se sigan negando proyectos políticos". Nunca votaría al PNV, y prefiere que gane el PSE a que lo haga el PP, "aunque tampoco le doy demasiada importancia", matiza. No cree que los jóvenes abertzales se involucren en la pelea política "por pura diversión" o por una visión "romántica" debida a la fiebre de los veinte años. "Con la edad, la gente se hace mayor y pierde las ganas de pelear". Quiere la independencia de Euskadi y está convencido de la presión de la violencia de ETA ha beneficiado "incluso a los catalanes" independentistas. La última manifestación a la que acudió fue a una "contra la tortura", la semana pasada.
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