Nueva Xunta, nuevas empresas

La política energética de Fraga y de su conselleiro de Industria, Juan Rodríguez Yuste, convirtió a Galicia en una de las mayores productoras eólicas mundiales. Aquella Xunta adjudicó la explotación de 4.175 megavatios (sólo se han instalado 2.700) pero lo hizo en medio de una enorme polémica y rondando la ilegalidad. Los principales beneficiarios (ver gráfico) fueron las grandes compañías eléctricas y constructoras madrileñas. Al final del mandato también se regalaron concesiones a personajes influyentes del momento (fisioterapeutas, editores de periódicos, ex conselleiros, militantes del PP, alcaldes).

Cuando la nueva Xunta (PSOE y BNG) tomó posesión frenó el proceso y envió el caso eólico a la Fiscalía de Galicia. Además de la posible corrupción, el conselleiro de Industria del BNG se encontró con que la enorme producción eólica apenas había dejado empleo industrial en Galicia. En los dos últimos años, Fernando Blanco ha intentado diseñar un nuevo plan eólico que ponga fin a la especulación y, sobre todo, que prime a las empresas que inviertan en Galicia.

El problema del BNG es que sólo podrá adjudicar la mitad de potencia que el PP y que el negocio ya está maduro. Según los datos de Red Eléctrica de España el plan de la Xunta no podrá cumplirse hasta 2020 por falta de conexiones de alta tensión de los nuevos parques eólicos.