Azkarate se parapeta en el fiscal para no dar información al Parlamento

La investigación sobre la Fundación Balenciaga abierta en la Fiscalía de San Sebastián es el motivo que ha aducido la consejera de Cultura, Miren Azkarate, para no enviar ahora al Parlamento la información que le ha pedido la oposición sobre su situación y la de la sociedad Berroeta Aldamar, encargada de la construcción del Museo Balenciaga.

La Mesa del Parlamento hizo saber al Gobierno que la existencia de una denuncia en trámite judicial "no es razón suficiente" para negarse a remitir la documentación que había solicitado el parlamentario popular Borja Sémper. La Mesa pidió al Ejecutivo que enviase los informes o expusiera "las razones fundadas en Derecho" de su negativa.

En un nuevo escrito, fechado la semana pasada, el Ejecutivo aduce: "El fiscal jefe [de San Sebastián] nos ha transmitido la necesidad de mantener la mayor discreción posible (...) a fin de evitar que se perjudique la investigación". Y añade que su obligación de proporcionar la información que le pida el Parlamento no está configurada "como principio absoluto".

Cultura se acoge al artículo 37.5 de la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas, que regula el acceso a archivos y registros. Dicho artículo señala que el derecho de acceso no podrá ser ejercido respecto a expedientes "tramitados para la investigación de delitos cuando pudiera ponerse en peligro la protección de derechos y libertades de terceros o las necesidades de las investigaciones que se estén realizando".

Datos "diferidos"

El Ejecutivo admite también que no dispone de ningún escrito de la fiscalía en ese sentido y precisa que su decisión no es negar la información al Parlamento, "sino diferir la misma".

Sémper censuró ayer toda la actuación del tripartito en el caso Balenciaga. "Nunca ha funcionado un mecanismo de control de los fondos públicos" tanto en la fundación como en la sociedad Berroeta Aldamar, dijo.

"En cualquier otro lugar de España, esto daría lugar a dimisiones fulminantes" abundó. El parlamentario popular atribuyó los escándalos que se suceden en instituciones gestionadas por el PNV al largo tiempo que lleva gobernándolas ininterrumpidamente. Tachó de "vergonzoso" que cuando la oposición da "la voz de alarma" la respuesta del Gobierno sea "negar su conocimiento de lo denunciado".

Cultura acusó al PP de "sembrar dudas, sospechas y poner palos para que los proyectos no rueden".