El filtro de la vieja guardia

A más de uno el domingo le dio un soponcio al conocer que Raúl Castro había escogido a José Ramón Machado Ventura, y no al vicepresidente Carlos Lage, como su número dos en el Consejo de Estado. Una pareja de artistas, defensores a ultranza del Gobierno pero realistas, admitió al conocer la noticia que era un duro golpe. "Vaya, para que entienda, es como si el Partido Popular hubiera ganado las elecciones en España". Pasada la primera impresión, las aguas regresaron a su lugar y comenzaron los análisis.

José Ramón Machado Ventura es un hombre muy cercano a los hermanos Fidel y Raúl Castro desde hace medio siglo.

Es un histórico del partido y es de la línea ortodoxa. A lo largo de su vida ocupó importantes puestos en el Gobierno.

El enviado del Papa ha solicitado "gestos de reconciliación" con los opositores

El rechazo que en muchos revolucionarios provoca Machado Ventura y sus posiciones políticas quedó reflejado el domingo en la votación de la propia Asamblea Nacional: fue el miembro del Consejo de Estado elegidos con menos votos, 601 de 609 posibles. Ocho diputados, es cierto, es sólo el 1, 3% del total, pero en este tipo de votaciones, en las que se reclama explícitamente unidad, es revelador. Raúl Castro obtuvo el 100%, al igual que Lage.

Aunque disidentes y diplomáticos interpretaban ayer como una señal de inmovilismo la elección de Machado Ventura como primer vicepresidente, algunos analistas con visión larga lo veían de otro modo, sobre todo después de escuchar el discurso de Raúl Castro. "Raúl va a echar adelante las reformas, de eso no hay duda. Y en un momento en que la unidad es más necesaria que nunca, lo lógico es rodearse de la vieja guardia; si Machado Ventura esta ahí cuando se hacen las reformas, automáticamente quedan santificadas", opina un observador extranjero.

El domingo, antes de la votación, Raúl Castro intervino ante los diputados para anunciar su decisión de nombrar ministro de las Fuerzas Armadas el general Julio Casas Regueiro, uno de sus más cercanos colaboradores. De paso hizo un elogio de Machado, resaltando su lealtad y su disposición a estar donde se le llame cuando hay problemas.

Si Machado Ventura es flor o martillo lo dirá el tiempo. De momento, Raúl recibirá hoy al secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, en su primera actividad diplomática como presidente. Como siempre bien situada, en vísperas del encuentro la Iglesia Católica cubana emitió un comunicado que resume lo que muchos cubanos esperan y ruegan: que las autoridades se iluminen y adopten las "medidas trascendentales" que el país requiere.

Los obispos admiten, eso sí, que los cambios por llegar deben ser "progresivos". Recuerdan que en septiembre y octubre de 2007 "las más altas autoridades" pidieron a la población debatir los problemas y sugerir soluciones, y hacerlo "con claridad y valentía".

En perfecta armonía, el jefe de la diplomacia vaticana dijo ayer que "el bien es escuchar las aspiraciones del pueblo, sobre todo de los jóvenes, y favorecerlas". Preguntado Bertone sobre si había pedido a las autoridades una amnistía de presos, dijo que no exactamente, "sino gestos de reconciliación". En fin, que empieza el movimiento para Raúl.