Los vencedores de las elecciones piden a Musharraf que se vaya
Los integristas islámicos quedan marginados en el nuevo Parlamento paquistaní
Pakistán se despertó ayer satisfecho con su nueva imagen de un pueblo que quiere la democratización de su país. Las dos grandes formaciones vencedoras de las elecciones generales del lunes -el Partido Popular de Pakistán (PPP) y la Liga Musulmana de Pakistán-Nawaz (PML-N)- pidieron al presidente Pervez Musharraf que se vaya y defendieron la formación de un Gobierno de consenso y un "Parlamento fuerte para acabar con la dictadura". Musharraf reconoció la derrota, pero su portavoz aseguró que "no dimitirá".
El presidente admite la derrota, pero su portavoz dice que no dimitirá
La humillación sufrida por la gobernante Liga Musulmana de Pakistán-Q (PML-Q) es histórica. No han sido elegidos ni su líder, ni seis de los ministros, ni el presidente del Parlamento saliente. Los paquistaníes dejaron claro a Musharraf que están hartos de su política de cañoneras, que sólo ha servido para agravar, a lo largo de sus ocho años en el poder, la violencia y las tensiones regionales.
Los paquistaníes quisieron acabar también con su imagen de radicales islámicos y dieron la espalda a los integristas. La coalición de los cuatro grandes partidos integristas islámicos (MMA), creada a la sombra de Musharraf y que ha gobernado las dos provincias más conflictivas -Baluchistán y la Provincia Fronteriza del Noroeste (NWFP, en sus siglas en inglés)- es también la gran derrotada de estos comicios.
La MMA oficialmente era un partido opositor, pero especialmente en sus primeros años tuvo un gran apoyo del régimen. Defiende que Pakistán se rija por la sharía (ley islámica) y se opone a la guerra contra el terror de EE UU. Nada más ponerse al frente de los gobiernos provinciales prohibió en sus feudos, entre otras cosas, que las mujeres fueran atendidas por médicos varones y la música en público.
El enfrentamiento con Musharraf por lo que llamó "obediencia ciega a EE UU" llevó a la MMA a afianzarse en la oposición y a boicotear las elecciones, aunque luego se presentó uno de sus partidos. Sin embargo, los pastunes, que pueblan mayoritariamente la NWFP, han aprovechado la situación para retirar su apoyo político a los mulás.
La Comisión Electoral, que se felicitó de la limpieza de los comicios y de la falta de incidentes graves (en choques aislados murieron 25 personas y otras tantas resultaron heridas), indicó que los datos oficiales se tendrán dentro de dos días. Pero a falta de 10 escaños de los 268 en liza, el PPP obtiene 87 diputados; la PML-N, 66 y la PML-Q, 38. Otros 27 escaños se reparten entre cinco partidos menores y un alto número de independientes.
Asíf Ali Zardari, viudo de Benazir Bhutto y copresidente del PPP, dijo en una conferencia de prensa que su partido está dispuesto a formar un Gobierno de consenso con las fuerzas representadas en el Parlamento "menos con los partidos que forman el Gobierno actual". Zardari dijo que la única condición que pondrá a sus socios para entrar en el Gobierno será que se comprometan a realizar una investigación sobre el asesinato de Bhutto, el pasado 27 de diciembre.
Zardari no puede ser primer ministro porque no se presentaba a las elecciones debido a su imagen de corrupto. Pero el asesinato de Bhutto le ha lanzado al ruedo y, sin duda, se presentará dentro de unos meses cuando se celebren las elecciones parciales en los cuatro distritos en que no las ha habido por el asesinato o la muerte de los candidatos.
Esas parciales serán también utilizadas por Nawaz Sharif, el líder de la PML-N que era primer ministro cuando Musharraf dio el golpe de Estado en 1999. Sharif no se pudo presentar a las elecciones porque se lo impidió la Comisión Electoral al tener cuentas pendientes con la justicia por corrupción, aunque él asegura que son "acusaciones políticas".
Sharif, que ha multiplicado por cuatro sus diputados en la Asamblea Nacional con respecto a los que tenía en 2002, insistió en que Musharraf debe dejar el poder. "Él dijo que se iría cuando se lo pidiera el pueblo paquistaní, pues bien ya lo ha hecho. Ahora tiene que irse", declaró en una conferencia de prensa en Lahore, capital de la provincia de Punjab, donde la PML-N ha salido como clara vencedora de las elecciones a la Asamblea provincial.
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