"El asesino luterano es más impredecible"
"Cada pequeño momento de felicidad tendrás que devolverlo con dolor". Empezamos bien. Esto es lo que le decía a menudo su madre. Y encima, ni me come ni me bebe: "Quiero estar despejada para esta tarde; además, es vulgar beber en mi país durante el día, sólo lo hacemos en la cena, a las cinco".