Un premio para dos hemisferios

Los cánticos para implorar agua a las divinidades y a la naturaleza son tan antiguos como el ser humano. Sin ser dioses de la lluvia ni chamanes, las músicas de 51 chavales llegados de toda la Península van a conseguir que los habitantes de un pueblo de Malawi vivan un auténtico milagro gracias a la construcción de un pozo. Son los participantes en la tercera edición de los premios David Russell para jóvenes talentos que se desarrolló hace unos días en el Conservatorio Profesional de Vigo. Antes, los inscritos en los dos primeros certámenes supieron que los 50 euros que les daban derecho a participar en el concurso se destinarían, íntegramente, para financiar acuíferos en Camerún y en el Congo.

La concesión de un Grammy en 2005 como mejor solista instrumental de música clásica por su disco Aire latino situó al guitarrista David Russell (Glasgow, 1953) en el centro de todas las miradas. Escocés de nacimiento, la localidad de Nigrán en la que reside desde hace quince años le concedió la medalla de plata del municipio. Parece que tiene por costumbre llevarse bien con sus vecinos, de hecho, una calle de Es Migjorn, el pueblo de Menorca en el que pasó su infancia, lleva su nombre. Y el auditorio del Conservatorio Profesional de Vigo fue rebautizado para homenajearle. Fue la profesora del departamento de cuerda pulsada, Margarita Escarpa, quien propuso a Russell organizar en el centro un concurso para jóvenes y el músico aceptó a condición de que fuese un certamen solidario y no competitivo.

Entre los que vinieron cargados con sus instrumentos abundaron gallegos y portugueses, pero también intérpretes de Cartagena, Ciudad Real, Zamora y Asturias. Reinaron las guitarras entre todas las especialidades admitidas: acordeón, percusión, piano, violín, gaita, saxofón, clarinete, flauta, trompeta, fagot, trompa y canto. "Al no dedicarme a las clases, no tengo tanto contacto con los jóvenes, así que para mí es un honor oírles y sentir la ilusión con la que vienen. Es excepcional que con tantas alternativas escojan la música", afirmaba Russell al término de las audiciones. El artista hizo un alto en sus idas y venidas, entre tanto concierto por Europa y Estados Unidos, el país donde grabó buena parte de una discografía que sobrepasa la veintena de trabajos.

Del trajín se refugia en su casa de Nigrán y dice que el cambio de la cosmopolita Londres a la tierra de su mujer, María Jesús, le ha hecho ganar calidad de vida. Justo lo que la pareja observó que faltaba durante un viaje por África hace ya unos cuantos años. Decidieron entonces fundar una ONG dedicada a proyectos educativos y a la construcción de acuíferos. La cantidad recaudada con el concurso se entrega a organizaciones no gubernamentales que desarrollan su trabajo con las comunidades locales, un gesto que evita intermediarios y que garantiza la utilización del dinero. "En Camerún conocimos al ingeniero italiano que iba a construir el pozo, nos llevamos una gran alegría", comenta Russell.

A este lado del mundo, el premio también es múltiple: grabar un disco patrocinado por el Ayuntamiento de Vigo y la Radio Galega, optar a becas para ampliar estudios musicales o bonos canjeables por material en establecimientos especializados. No sólo gana el mejor, sino que los triunfos se reparten entre todos aquellos que, según un jurado compuesto por músicos profesionales, profesores de los conservatorios de Vigo y el matrimonio Russell, hacen valer su talento, puesto que no hay categorías fijadas de antemano. "Ya tendrán muchas otras ocasiones en la vida para ser competitivos y, al no hacer comparaciones de unos instrumentos con otros, los aspirantes no se convierten en rivales". Russell insiste en el carácter simbólico de este reconocimiento, que podrá abrir puertas en un futuro a estos jóvenes intérpretes. "Este disco no es un proyecto comercial, prácticamente se distribuye sólo en conservatorios y centros de enseñanzas musicales, pero figúrate lo que es tener quince años y participar en una grabación". En esas lides se verán la acordeonista orensana Helena Sousa y el fagot portugués Virgilio Maia Oliveira, junto a los otros veintiún aspirantes galardonados en esta tercera edición.

También le espera mucho quehacer este año a Russell con la grabación inminente de dos discos en su estudio habitual, en Baltimore, y una gira como solista invitado con la Real Filharmonía de Galicia. El guitarrista estuvo presente en varias ocasiones en el festival Are More de Vigo y no falta en los ciclos de música clásica más importantes de España. Este mes de febrero habrá oportunidad de verle en directo en un concierto en A Coruña.