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Envenenados por su propia madre

Una mujer mata a dos de sus hijos con fármacos e intoxica a otros dos antes de tratar de suicidarse en Navarra - Amaya sufría depresión y acababa de separarse

El pasado fin de semana Amaya J. M. almorzó con una vecina suya. Ambas están separadas. Ambas viven en Mutilva Alta (Navarra), en sendos inmuebles pareados de clase alta. Ambas tienen cuatro hijos. Charlaron sobre su situación, intercambiaron datos sobre su estado anímico y comentaron la vista del divorcio prevista para el próximo día 14 de marzo.

Ayer, miércoles, la mujer, según fuentes policiales, intentó presuntamente matar a sus cuatro hijos administrándoles medicamentos. Murieron los dos pequeños, de 7 y 3 años. Los otros dos, de 12 y 14, fueron rescatados a tiempo.

La madre, que había adelgazado, recibía tratamiento por una depresión
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Cuando los efectivos de la Policía Foral de Navarra entraron en la vivienda, encontraron a la madre en el garaje intoxicada por el monóxido de carbono que emanaba del tubo de escape de un todoterreno. Estaba tumbada en una hamaca que había colocado junto al vehículo. Había puesto en marcha el vehículo y colocado su rostro literalmente "pegado" al tubo de escape. Tenía heridas superficiales de arma blanca en muñecas y cuello.

El padre, un industrial navarro vinculado a la construcción, llegó a tiempo de acompañar desde la casa de su ex esposa hasta el hospital a sus dos hijos mayores, de 12 y 14 años, que se recuperan sin complicaciones en el hospital Virgen del Camino. Ambos presentaban heridas superficiales por arma blanca en el cuello. Uno de ellos necesitó unos puntos de sutura. Estaban somnolientos. Los médicos apreciaron intoxicación por benzodiacepina, un tranquilizante. A escasos metros de distancia, en el Hospital de Navarra, se recuperaba su madre. Ella llegó a urgencias en una UVI móvil y con oxígeno.

Según fuentes próximas al caso, ambos cónyuges pactaron las medidas de guardia y custodia de los niños. Ella se quedaba con los pequeños y el padre disfrutaría de un régimen amplio de visitas. Una solución habitual. La separación era reciente. La madre, muy delgada en los últimos meses, recibía tratamiento psiquiátrico por una depresión.

A. J. M. residía en el número 2 de la calle Eskibel de Mutilva Alta, una localidad residencial de clase alta, colindante con Pamplona. En la pequeña calle donde esta madre de 40 años causó ayer la tragedia no hay comercios. Apenas una farmacia, cuyas responsables declinaron hacer comentarios. El medicamento con el que presuntamente causó la muerte de sus hijos era uno de los que ella tomaba.

La titular del juzgado número 2 de Aoiz decretó el secreto del sumario. Se sabe que sobre las 9.15 horas un familiar alertó a la Policía, probablemente tras recibir una llamada de ésta comunicándole lo que había hecho. Los agentes hallaron los cuerpos de los niños en las plantas superiores de la casa, tirados en el suelo, dos de ellos ya sin vida, y el de la madre en el garaje. Desde su misma llegada al hospital Virgen del Camino, el Servicio Navarro de Salud dispuso para los dos adolescentes intoxicados una inmediata atención psicológica.

La doctora María Teresa Fortún, jefa del Servicio de urgencias del Hospital de Navarra, señaló a los informadores que al llegar al centro hospitalario la presunta asesina se encontraba hemodinámicamente estable, con un nivel de conciencia "normal".

Por la tarde, los vecinos consultados no daban crédito a lo vivido. Se repetían los comentarios: una pareja normal, una actitud normal con los vecinos, un carácter "algo fuerte" de la mujer. Nada conocido fuera de lo normal. Hasta ayer.

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