TMB quiere deshauciar a 20 colectivos de Can Vies
La denuncia penal del Ayuntamiento se archivó en 1998
Can Vies es un centro social autogestionado que funciona en el barrio de Sants de Barcelona desde 1984 y que ahora acoge a 20 colectivos de todo tipo. Son tres edificios que suman unos 400 metros cuadrados, propiedad de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). En 1998 la justicia archivó la denuncia penal que pedía su desalojo.
Casi una década después, ayer se celebró un nuevo juicio, por la vía civil, con la misma intención. La abogada de TMB argumenta en la demanda que el desahucio es necesario porque los edificios estaban afectados por las obras del AVE y por la construcción de la nueva estación de Mercat Nou, en la línea 1 del metro.
Las entidades creen que detrás de la demanda hay un interés especulativo
Sin embargo, los 12 abogados de las entidades personadas rechazaron por completo esos argumentos. Recordaron que las obras para llevar el AVE a Sants ya están finalizadas y no ha hecho falta el desalojo. También explicaron que no es necesario derribar los tres edificios situados entre los números 40 y 42 bis de la calle de Jocs Florals para construir una salida de emergencia de la nueva estación del metro.
Por todo eso, las entidades consideran que la demanda municipal es "temeraria" y que el consistorio actúa "con mala fe". ¿Cuál es, entonces, el objetivo del desahucio? Según las entidades afectadas, una operación inmobiliaria "especulativa", con el fin de demoler los edificios y vender los terrenos a la iniciativa privada. La abogada de TMB lo negó y argumentó que otra razón para pedir el desalojo era el deterioro que sufren los edificios. Las entidades también desmienten ese argumento y recuerdan que existe un informe de los bomberos que certifica el buen estado de los inmuebles.
Más allá de todo eso, los abogados dieron ayer un golpe de efecto en el juicio cuando mostraron un documento de 1984 en el que TMB se comprometió a ceder los edificios a la CNT. Fue con posterioridad que el sindicato anarquista abrió los locales a las asociaciones del barrio que, de forma masiva, apoyan la continuidad de Can Vies, donde se instalaron en 1997. Por eso les gusta hablar de centro social autogestionado y no de centro okupado.
Una veintena de afectados acudieron al juicio con camisetas de la continuidad de Can Vies, mientras que en el paseo de Lluís Companys se explicaba lo ocurrido con actuaciones musicales y teatrales. Ahora sólo falta conocer la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 8 de Barcelona.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.