La soledad de Alexandra B.
Se busca a la familia de la mujer quemada viva por su pareja
Nadie le ha puesto flores. Nadie le vela. En el Cementerio Jardín de Alcalá consta como desconocida. Ayer por la noche, los funcionarios esperaban aún a que la reclamasen. Fue calcinada la noche del martes en un descampado, supuestamente por su pareja, un hombre de 20 años que, como ella, procedía de Rumania. Un hombre que la roció con gasolina y le prendió fuego, que se quemó las manos, que fue atendido de urgencia y que ya ha pasado a disposición judicial.
Ella nunca le había denunciado. Desde la Asociación de Integración al Pueblo Rumano de Alcalá creen que se trata de Alexandra B. Ahora, tratan de buscar a su familia.
Sobre las once de la noche del martes, el presunto agresor llamó al teléfono de Emergencias 112. No hablaba bien castellano. "He matado a una mujer", boqueaba, con un fuerte acento de Europa del Este. "Crimen", decía. No supo dar su situación ni afirmó que se tratase de su pareja, según fuentes del caso. Instantes después, una segunda llamada advirtió a Emergencias de unas llamas en un descampado cercano a la carretera de Camarma, que suele ser frecuentado por parejas en coche. Fue el lugar donde hallaron el cadáver. Según un testigo, la mujer fue arrojada del coche y quemada después, pero no se sabe si estaba viva o no en ese momento.
Seis días, tres muertos. Es el balance de la violencia machista en la región. Este crimen se suma al asesinato de Yolanda Becerra y su hijo de Andrés, de 11 años, que fueron asesinados el pasado jueves, presuntamente por el novio de ella. También se entregó a la policía. En enero de 2007 murió una mujer estrangulada por su pareja en la región. Sin haber terminado el mes, la violencia de género ya se ha cobrado las vidas de dos mujeres.
España sigue la misma línea: han muerto ocho mujeres en 24 días, frente a las cinco que fueron asesinadas por sus parejas durante todo el mes de enero de 2007.
El semblante metálico de Cervantes en la plaza alcalaína volvió a sentir cinco minutos de silencio por este crimen. Bartolomé González, alcalde de Alcalá, condenó el asesinato y llamó a las administraciones públicas a acabar con este "terrorismo machista". González atribuye a la casualidad que estos dos asesinatos hayan tenido lugar en Alcalá. Incidió en que ninguna de las dos mujeres asesinadas en Alcalá habían acudido a los servicios sociales.
Gheorghe Gainar, presidente de la Asociación de Integración del Pueblo Rumano de Alcalá, explicó ayer que "algo va mal" cuando "acaba de terminar" un crimen violento y "empieza otro caso". "Tenemos que ver qué ocurre, cómo trabaja la política de integración. El colectivo [rumano] es bastante grande y necesita un diálogo más cercano con las autoridades", agregó.
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