Trichet congela los tipos de interés en la zona euro y hunde las Bolsas
El Ibex pierde el 4,56%, una de las mayores caídas en los mercados europeos
Las amenazas de recesión y los orígenes de la crisis financiera proceden de la economía estadounidense, pero las Bolsas europeas caen el doble que Wall Street en 2008. A pesar de la presión de los mercados, Europa no piensa seguir -por ahora- los pasos de EE UU, que en escasos días ha anunciado un paquete de medidas de política económica de libro: un plan fiscal combinado con un brusco recorte de los tipos de interés para capear el temporal. El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, dio a entender ayer en el Parlamento Europeo que mantendrá congelados los tipos. En tiempos de "turbulencias", la obligación del BCE es "anclar sólidamente las expectativas de inflación para evitar una volatilidad adicional en unos mercados", afirmó. Una declaración de intenciones que no sentó bien a las Bolsas.
El BCE descarta rebajar los tipos por las presiones inflacionistas
Un posible plan de rescate para las aseguradoras anima a Wall Street
Los mercados europeos respondieron a Trichet con otra jornada negra, con recortes en torno al 4% en las principales plazas ante el temor a que la crisis financiera se agrave. Como viene siendo habitual, la sangría fue aún mayor en España. El Ibex se dejó el 4,56%, la undécima mayor caída de su historia.
Para desesperación de los inversores, Trichet no se sale del guión. Su mensaje no ha variado un ápice. Primero, amarrar los precios -la inflación creció el 3,1% en diciembre, frente al 1,9% del año anterior-, y sólo en segundo lugar medidas contra la desaceleración. El presidente del BCE dio a entender que no piensa bajar los tipos de interés en la zona euro -que se encuentran en el 4%, por encima del 3,5% de EE UU- para apuntalar la economía. "No tenemos dos agujas en nuestra brújula, una para la economía real y otra para la inflación", dijo. "Solo tenemos una aguja que nos indica lo que hay que hacer para mantener la estabilidad de los precios", añadió.
El mercado apuesta por nuevas rebajas de tipos en EE UU. Y a muy corto plazo: la próxima semana. Todos los ojos están puestos ahora en el BCE tras el impacto del mensaje del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, criticado por el retraso y por la cuantía del recorte, 0,75 puntos, que ha llevado a algunos expertos a hablar de "medidas desesperadas".
Pero Trichet no cede. "Le falta cintura", aseguró Xavier Adserà, presidente de la Fundación de Estudios Financieros. "La rebaja de tipos en Estados Unidos y el euro fuerte perjudican la competitividad europea y aumentan las incertidumbres respecto a la intensidad de la desaceleración. Hace falta un golpe de mano: con el petróleo y la energía bajando, los mercados están acusando la postura del BCE", dijo. Para José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, Trichet "peca de prudente". "No puede seguir hablando de inflación con la actual restricción crediticia y la estabilidad del euro. Los mercados caen porque temen que la crisis financiera contamine al resto de la economía. Contra ese problema, la vacuna es rebajar tipos".
La Reserva Federal siempre ha sido más activa que el BCE en lo relativo al precio del dinero. "Es un modelo más gradual, más pausado, en ocasiones provoca críticas pero dificulta también la formación de burbujas", en opinión de Jordi Gual, jefe del servicio de estudios de La Caixa. "Los mercados estaban sobrevalorados y ése es el motivo de esta corrección. Ha habido una sobrerreacción por la incertidumbre respecto a la respuesta de la economía, pero el oficio del BCE no es responder a los mercados, sino a la economía real. Y aún no hay datos suficientes para asegurar que Europa necesita un recorte de tipos", agregó.
Pese a que no dio pie a un giro en la política monetaria, el presidente del BCE sí abrió la puerta a otras medidas para evitar nuevos episodios de turbulencias, principalmente en el sector financiero. "Algunos tipos de riesgo han sido subestimados por los bancos, incluyendo la concentración de riesgos en productos estructurados", apuntó. En su opinión, el "marco de regulación basado en Basilea II podría necesitar algún ajuste para tener estos aspectos bajo control".
"Está bien prever futuras crisis, pero la actual requiere una intervención inmediata: que Trichet actúe y se deje de monsergas", concluyó el director general de Renta 4, Jesús Sánchez-Quiñones.
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