Desencuentro de víctimas en Madrid

Las víctimas del terrorismo no están unidas, y el IV Congreso Internacional que comienza hoy en Madrid evidencia su división.

La siguiente anécdota da idea de la crispación que envuelve el evento. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, había excusado su asistencia por carta con el argumento de que la cercanía de las elecciones generales podría propiciar interpretaciones electoralistas. En declaraciones a este periódico, el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Francisco José Alcaraz, le respondió ayer: "Es un cobarde".

Además, la presidenta de Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, Pilar Manjón, asegura que no irá al encuentro porque está "muy escorado políticamente". Como ella opinan las organizaciones de víctimas de Cataluña o Andalucía. En total, ocho de las 13 asociaciones inscritas en el registro del Ministerio de Interior estarán ausentes.

El director del Congreso, Cayetano González, intenta restar importancia al enfrentamiento: "Hemos invitado a todas las asociaciones y estamos abiertos a quien quiera venir. Nos alegramos de que las más representativas hayan decidido estar en este foro, que sirve para oír la voz de las víctimas y expresarles el apoyo de todos". Pero sus esfuerzos diplomáticos son desbaratos por Alcaraz: "Que asociaciones sin reparos a abrazar a amigos de ETA se ausenten del encuentro no debería preocupar a nadie. Sus representantes dicen que el congreso está politizado y ellos se dejan ver con Ibarretxe o con Carod Rovira".

Quienes sí acudirán serán 439 víctimas (35 de ellas extranjeras) inscritas a título individual. También 41 organizaciones relacionadas con el terrorismo de varios puntos del mundo. Colombia tendrá una presencia especial y a este país estará dedicada una de las mesas redondas que se celebrarán mañana.

El congreso, que estará presidido por los Príncipes de Asturias, dará también voz a sociólogos y periodistas. Y, lo que ha irritado a algunas asociaciones: a Mariano Rajoy, que ofrecerá una ponencia, y al cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, que presidirá una ofrenda floral a la Virgen de la Almudena.

Pilar Manjón protesta: "Cómo le explicaría yo a mis asociados musulmanes que una de las actividades del congreso es ir a la catedral. El encuentro debería ser laico y no escorado ideológicamente". En términos parecidos se expresaba Joaquín Vidal, presidente de la Asociación Andaluza de Víctimas del Terrorismo: "Las víctimas no debemos servir de moneda de cambio de los partidos. La asociación como tal no va a ir porque parece que se va a repetir lo que sucedió en el congreso de Valencia de hace dos años".

En aquella ocasión, Gregorio Peces Barba, por entonces alto comisionado del Gobierno para las víctimas, vio cómo algunos de los asistentes le abucheaban y otros se levantaban y se marchaban antes de que comenzase su alocución. En el congreso de Valencia, algunas de las asociaciones que han decidido ausentarse este año se sintieron "discriminadas". Pilar Manjón pone un ejemplo de que eso mismo podría suceder este año: "Nos invitan a asistir, pero no a participar en una mesa redonda sobre el 11-M, cuando somos la principal asociación de víctimas de ese atentado".

A pesar de estas discrepancias, el director afirma estar seguro de que "el congreso será un éxito, como los anteriores". Lamenta las ausencias, pero cree que no eclipsarán el acto. Y censura especialmente a Zapatero: "Respeto su decisión, pero creo que habría tenido una excelente oportunidad de explicar en un foro internacional qué ha hecho con el terrorismo en estos últimos cuatro años y qué tiene intención de hacer si vuelve a gobernar".