'El Crisol' victorioso

"Nosotros empezamos a participar desde la primera edición". Natalia Guillén (33 años) es licenciada en Periodismo y Geografía e Historia y además es la profesora de los alumnos del colegio canario Martin Luther King (San Miguel, Tenerife) que ganó con su periódico El Crisol en la última edición de El País de los Estudiantes. "Es una experiencia increíble. Hago algo que me gusta y los chicos disfrutan". A Natalia le encanta enseñar a sus alumnos "a mancharse los dedos de tinta". Considera que de ese modo aprenden a interpretar un lenguaje, el de los medios, que no puede separarse de sus propias vidas en la actualidad. "Los chicos no acuden a los periódicos porque los desconocen. Las instituciones tendrían que tomar conciencia de que son los lectores del futuro. Hay que enseñarles a entender", señala la profesora.

Durante seis meses, Natalia y sus alumnos se convirtieron en directora y periodistas, y participaron en la elaboración de un periódico propio, como si fuese impreso, mediante un sistema de maquetación y edición a través de Internet: una portada, de cinco a diez páginas y repartidas en cinco secciones obligatorias, que en la última edición han sido Ciencia y Tecnología, Medio Ambiente, Sociedad y Cultura, Tu Comunidad y Tema Libre.

Los chicos, guiados por su profesora haciendo las veces de la directora de un diario, seleccionaron los temas, pensaron las entrevistas y los reportajes y se lanzaron al periodismo con afán. Todos aseguran meses después lo mucho que les mereció la pena la experiencia. Y a todos les encantaría volver a participar, aunque entienden que sus compañeros también deben tener esa oportunidad.

"Antes ni tocaba un periódico y ahora no puedo dejar de ver cada titular, me pica más la curiosidad", señala Nazaré. "Además, la experiencia es inolvidable, me he dado cuenta de que trabajando codo con codo todos sacamos más ideas. Me encantaría que pudiésemos participar en esta nueva edición, pero debemos dejar que prueben suerte los que vienen este año", afirma. Para Elena la experiencia de crear su propio periódico y de disfrutar el trabajo en equipo también resultó positiva: "Aprendimos a redactar, a buscar noticias, a ser más críticos y curiosos. Todos nos llevábamos bien y nos ayudábamos. Hacíamos un poco de todo".

Aprender a ser críticos

Los chicos le dieron forma juntos a El Crisol y aprendieron y crecieron apoyándose los unos en los otros. Aprendieron a trabajar en equipo, a ser críticos y al final tuvieron su recompensa. Para Alba, el viaje a Madrid para la gran final celebrada en junio por primera vez en esta edición, y que reunió a los finalistas de cada comunidad en la sede de EL PAÍS, fue "increíble". "Encontrarnos con el resto de participantes, conocernos...".

Todos están de acuerdo con ella en que fue una experiencia emocionante. Y Natalia Guillén, su profesora, coincide. La espera, los nervios, el viaje, las experiencias compartidas por los chicos de los 18 institutos finalistas... Pero sólo fue la primera alegría, porque al final fueron los ganadores, y los 12.000 euros del premio les llevaron de viaje en crucero por el Mediterráneo. Una recompensa grande para un gran esfuerzo que Eduardo, uno de los pocos representantes masculinos de los alumnos que crearon El Crisol, define así: "El trabajo fue duro, pero habría merecido la pena aunque no hubiéramos ganado". Un auténtico sueño.