Las inseguridades de una profesión peligrosa
La seguridad de los pesqueros en caso de temporal provoca opiniones encontradas entre los profesionales del mar. Patrones mayores como el de O Grove, Francisco Iglesias, aseguran que en Galicia "no sería viable que la Administración cerrase los puertos" ante una meteorología adversa porque "estaríamos amarrados la mitad del año". "No es la primera vez que hay temporal de madrugada y luego sales por la mañana sin ningún problema", añade. La conselleira de Pesca, Carmen Gallego, subraya que debe ser el armador y no la Administración el que decida si un barco debe salir a faenar y denuncia que su departamento ha detectado en el sector "cierta relajación a la hora de aplicar las normas" de seguridad. En declaraciones a la Radio Galega, Gallego afirmó que "hay algunos elementos de seguridad que no se usan debidamente o, sencillamente, no se usan".
Manuel Cao, responsable del pósito coruñés, cree en cambio que Capitanía Marítima "debería decir que no se puede ir al mar" con olas de cuatro metros. En la misma línea se manifiestan el presidente de la Asociación Española de Náuticos Pesqueros, José Manuel Muñiz, y el responsable de CIG-Mar, Xabier Aboi, que hacen un llamamiento a los poderes públicos para que intervengan, del mismo modo "que se cierran puertos de montaña o colegios".
"Son casi 400 muertos desde el año 1991, sin contar los enrolados en buques de bandera extranjera o empresas mixtas", apunta Aboi. Muñiz reclama que se apliquen las nuevas tecnologías a una de las profesiones más peligrosas del mundo según la ONU. "Es un escándalo y resulta anacrónico que los barcos no lleven tantos trajes de supervivencia como tripulantes, que los mantendrían vivos horas y horas y localizados por una radiobaliza", remarca. "Me consta además que hay ayudas públicas para financiarlos".
Los precios del pescado se han triplicado este mes con respecto a diciembre o noviembre. Es el caso de la sardina, los lirios o el jurel y aunque "nadie sale para morir, el que lo hace sabe que gana, porque hay poco pescado". Lo que nadie se explica es cómo un barco de las características del Cordero pudo irse tan rápidamente a pique. "No es un submarino pero casi, son barcos que están preparados para aguantar eso y más", de ahí que profesionales del mar atribuyan el siniestro al choque de un contenedor a la deriva o a la apertura de una vía de agua.
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