"Es difícil luchar en nuestras montañas"
El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, declara en esta entrevista al diario de Singapur The Straits Times que autorizaría una acción por parte de EE UU contra Osama Bin Laden, "si sabemos dónde está", pero desafía "a cualquiera a adentrarse en nuestras montañas". "Se arrepentirá. No es nada fácil", asegura.
Pregunta. ¿Van a venir los estadounidenses? ¿Se extenderá la intervención en Afganistán a Pakistán?
Respuesta. No. Nadie va a venir aquí hasta que se lo pidamos. Y no se lo hemos pedido.
P. Sin embargo, nada menos que cuatro candidatos presidenciales estadounidenses han dicho que existe la posibilidad de una intervención en busca de Osama Bin Laden. Si EE UU viniera a su país, ¿sería una invasión?
"Se autorizará cualquier acción de EE UU para capturar a Bin Laden"
"Hay que lograr que la población civil se rebele contra los talibanes"
R. Si entran sin nuestro permiso, será un ataque contra la soberanía de Pakistán. Ahora bien, si hablamos de Bin Laden se autorizará cualquier acción que se emprenda contra él, si sabemos dónde está y tenemos informaciones sólidas. Tendremos que debatir el método de captura, y atacaremos juntos. EE UU parece creer que su Ejército es capaz de hacer lo que no consigue el nuestro. Es una idea muy equivocada. Desafío a cualquiera a adentrarse en nuestras montañas. Se arrepentirá. No es nada fácil. ¿Acaso les van bien las cosas en el sur de Afganistán? Están teniendo dificultades. Ésa también es una zona montañosa. Una infraestructura de comunicaciones mínima. Cada individuo tiene un arma y cada tribu tiene su propio arsenal, y no les gusta en absoluto que otros se inmiscuyan en su vida. Es la misma actitud que tienen desde hace siglos. Los británicos nunca entraron. Las fuerzas armadas paquistaníes tienen capacidad suficiente para ello. Y, sin embargo, algunos piensan que EE UU o las fuerzas de la coalición en Afganistán son los que van a darle caza... Es un error.
P. El Partido Popular de Pakistán tiene a otro Bhutto al frente, Bilawal Bhutto Zardari. Sería peligroso para el país que él o su padre [copresidente del partido, Asif Zardari] mueran asesinados. ¿Ha tomado alguna medida para protegerles?
R. Existen medidas de seguridad en torno a todos los dirigentes políticos. Pero no estamos aquí para proteger y garantizar la seguridad de todos. Por lo que respecta al señor Zardari, le diré que él mismo se ha encargado de su propia seguridad, para lo que ha recurrido a la gente de su tribu. Estoy de acuerdo en que es posible que estas dos personas estén amenazadas. No existen garantías de seguridad frente a un terrorista suicida.
P. Ya que hablamos de Benazir, ¿qué opina de ella? ¿Era valiente? ¿Insensata?
R. Era valiente. No cabe duda de que era valiente.
P. ¿Insensata?
R. No. Con la euforia del respaldo de la población en su mitin fatal, con miles de personas vitoreándola, era normal que se dejara arrastrar. Cuando la gente empieza a dar vítores, uno hace cosas que, en otro caso, quizá no haría. Ahora, no hay duda de que salir del vehículo en aquel momento fue una imprudencia.
P. El Instituto Paquistaní de Estudios para la Paz dice que el año pasado hubo 1.442 atentados terroristas, incidentes de violencia política y choques fronterizos. El resultado: 3.448 personas muertas y 5.353 heridas, un 492% más que en 2005. ¿Puede sobrevivir Pakistán a semejante caos?
R. Tiene que sobrevivir. Puede sobrevivir. Debemos derrotar a esa gente mediante la unidad, el consenso nacional y la reconciliación política.
P. Usted aconsejó al presidente afgano, Hamid Karzai, que negociase con los talibanes. ¿Sigue pensando que es una buena idea?
R. Sí. Cuando hablamos de negociar queremos decir que si hay miembros destacados de los talibanes partidarios de un acuerdo negociado, debemos intentar llegar a algo con ellos. Si hay gente que quiere que se vayan las fuerzas de la coalición porque sí, sin dar ninguna solución a los grandes problemas políticos..., entonces no, ése no es el camino. Pero debemos tener acceso a la población para hallar algún tipo de solución política.
P. Pero muchos creen que la negociación con unos talibanes culpables de lo que, para la mayor parte del mundo, es un comportamiento salvaje, es impensable. Me refiero a cosas como quemar vivos a los homosexuales, limitar casi por completo los derechos de la mujer, destruir tesoros del legado cultural mundial.
R. También estamos ocupándonos de eso. El Ejército no puede ser la solución definitiva. Puede ganar tiempo, crear un cierto ambiente. Pero la solución para una crisis así tiene que ser política. Esos individuos son terribles. Han impuesto su voluntad [a muchas tribus]. En la cultura tribal, durante siglos, el que mandaba era el malik tribal [el jefe heredado o designado]. Los talibanes no aparecieron hasta 1995. Ahora son ellos los que dominan la situación. ¿Dónde están los maliks tribales? ¿Han desaparecido? No, están ahí. De ahí que sea necesaria una relación política, llegar a la población, lograr que ésta vaya poco a poco despegándose mediante la colaboración con los que están en contra de los talibanes militantes. Ayudar a esa gente a alzarse contra los talibanes. Ésa es la estrategia política. El problema, por desgracia, es que en Occidente y EE UU cuando uno habla con los talibanes, inmediatamente oye la acusación "¡estás con los talibanes!". Pero tenemos que tratar de hablar. Aunque no consigamos más que un 25% de lo que pretendemos, aunque haya gente que nos traicione. Se ha malinterpretado mi estrategia. Está muy clara: debemos avanzar en el frente militar, en el político y en el socioeconómico.
© Singapore Press Holdings Limited. Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.
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