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"Podían haber subido hasta los 35"

Más de mil jóvenes se interesan el primer día por las ayudas al alquiler

Javier y Carmen, una pareja de malagueños de 25 y 23 años, llevan unos meses viviendo de alquiler en Barakaldo. "Nos trasladaron por el trabajo". Acaban de recoger la documentación en la oficina de Bizilagun en Bilbao para acceder a la ayuda de 210 euros mensuales del Gobierno central. "Está genial", celebra Carmen. Javier matiza que las subvenciones son "como la pescadilla que se muerde la cola, porque cuando pasen cuatro años te quedas sin nada. Pero, bueno, es una ayuda, y más con los salarios que hay".

Estos dos jóvenes forman parte de los más de mil que se acercaron ayer a la oficina bilbaína. No hubo aglomeraciones, pero el funcionario no dejaba de entregar la documentación con los requisitos necesarios. Tampoco hubo colas en San Sebastián y Vitoria. Era el primer día tras la firma el miércoles del acuerdo entre los gobiernos central y vasco y la mayoría de la gente quería información y un formulario, que también se puede bajar de Internet (www.etxebide.info y www.euskadi.net). En la capital guipuzcoana, por ejemplo, por la mañana sólo se registró una solicitud ya rellena. En Vitoria estaban a la espera de contar con "los recursos informáticos" para tramitar las peticiones. "Esperamos que se solucione para la próxima semana", apuntaba un empleado.

Pilar, de 28 años, lleva año y medio de alquiler en Basauri y lamenta que las ayudas sólo le sirvan para dos años. Al cumplir 30 se interrumpe la prestación. "Pero me va a venir muy bien", subraya. Igual opina Laura, quien vive de alquiler con su pareja y su hijo en San Sebastián. Tiene 29 años, así que sólo podrá beneficiarse de la ayuda unos meses. "Podían haber subido hasta los 35", apunta.

Jon, de 24 años, comenta desde Bilbao que esta ayuda puede ser la oportunidad para salir de casa de sus padres. "La idea es irme con mi novia, a ver si se anima". Gorka tiene el mismo proyecto en San Sebastián, así que se lleva la información. Él ya tiene 29 años, pero su novia es más joven.

Todos se alegran de que la consejería de Vivienda haya renunciado a poner 700 euros de renta mensual como tope para la ayuda. "Me parece fenomenal, porque se ajusta más a la realidad", destaca Sara Hernández, de 23 años, quien vive con otras dos personas en San Sebastián en un piso por el que pagan 930 euros.

Texto elaborado con información de Alberto Uriona, Txema G. Crespo y Yolanda Montero.

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