HB exigió el AVE en los años ochenta
La formación 'abertzale' defendió la alta velocidad en Irún y Hondarribia
¡No a la imposición! ¡Parad el TAV! son las consignas que repiten ahora de forma machacona los dirigentes de la ilegalizada Batasuna y otros grupos de la izquierda abertzale. Han llegado a llamar "a la lucha" para impedir las obras del AVE vasco, la Y, sobre la que ETA ha lanzado también amenazas. Esta campaña de oposición frontal al proyecto ferroviario, a la que se han sumado EHAK y ANV, choca con la firmeza con la que Herri Batasuna (HB) apoyó a finales de los años ochenta la construcción de un tren de alta velocidad en Euskadi.
En 1989, HB defendió en los ayuntamientos de Irún y Hondarribia sendas mociones en las que exigía que el tren francés de alta velocidad, que iba a llegar sólo hasta Hendaya, continuara su trazado hacia Irún. El texto, idéntico en ambos consistorios, exigía al Gobierno central, entonces en manos del socialista Felipe González, que "tanto la red de comunicación viaria de Europa con el Estado, como el tren de alta velocidad (TAV) pasen por Irún, tanto por razones históricas como económicas".
"Es una contradicción total", afirma el senador socialista Alberto Buen, alcalde de Irún en aquellos años: "Entonces estaban a favor para criticar al Gobierno de Madrid, y ahora están en contra para atacar a los gobiernos central y vasco".
La moción de HB, alternativa a otra de EA, fue rechazada en ambos consistorios. Sus concejales se agarraban a "factores objetivos" para sostener que Irún, donde ahora llegará el trazado de la Y, y Euskadi eran el "lugar idóneo" para ser considerados como "zona prioritaria de comunicación viaria y ferroviaria" con Europa. En otro punto, criticaban "la política del PSOE de desertización económica y marginación de Irún y el conjunto de Euskadi".
Casi dos décadas después, Batasuna sostiene todo lo contrario, en sintonía con lo que ETA declaraba la semana pasada en una entrevista publicada por Gara. Por primera vez, la banda terrorista ha amenazado explícitamente con atentar contra las obras de la Y, que considera un proyecto que "hipoteca el futuro de Euskal Herria". Mikel Mariskal, edil de ANV en Hondarribia, sostiene que la Y ha sido "impuesta al pueblo sin consulta ninguna".
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