Los 'diamantes sangrientos' de Taylor
Arranca en La Haya el juicio al dictador liberiano, principal responsable de una guerra que costó la vida a miles de personas en Liberia y Sierra Leona
Los diamantes sangrientos, así llamados porque han servido para financiar guerras en África occidental en las que fueron asesinadas o mutiladas cientos de miles de personas, protagonizaron ayer la apertura del proceso seguido contra Charles Taylor, ex presidente de Liberia, ante el Tribunal Especial para Sierra Leona.
Se trata del primer jefe de Estado africano juzgado por el uso que hizo de los preciados minerales para financiar a los vecinos rebeldes sierraleoneses y dominar así los recursos naturales del país. Sus abogados admiten las atrocidades, pero no que él las cometiera.
Vestido de oscuro y portando joyas de oro, Taylor, de 60 años, presidente liberiano entre 1997 y 2003, permaneció impasible mientras la fiscalía, dirigida por el estadounidense Stephen Rapp, desgranaba los 11 cargos de crímenes de guerra y contra la humanidad que se le imputan. Son asesinatos, violaciones, esclavismo, mutilaciones y uso de niños soldado. La guerra de Sierra Leona (1991-2001) costó entre 50.000 y 75.000 vidas y convirtió a unos dos millones en refugiados, de una población de seis millones. En Liberia, se calculan más de 100.000 muertos.
Al dictador se le acusa de asesinatos, violaciones y uso de niños soldado
Con ayuda de seis vídeos, los fiscales ilustraron sus alegaciones. En uno de ellos, un hombre sin manos narraba la forma en que se las mutilaron con machetes. En otro, un adolescente usado como esclavo en las minas de diamantes recordaba la lista de prohibiciones de sus captores: ni descansar o casi comer, ni alejarse para hacer sus necesidades.
También se analizó el documental Diamantes sangrientos, en cuya elaboración participó el experto canadiense Ian Smillie, primer testigo de la acusación en la sede de la Corte penal Internacional, en La Haya. El organismo judicial ha cedido sus instalaciones al Tribunal de Sierra Leona después de que las autoridades africanas concluyeran que el juicio sólo podría llevarse a cabo fuera del continente para evitar tensiones políticas.
En opinión de Smillie, "en Sierra Leona todo gira en torno a los diamantes", que se pagan a 200 dólares el quilate por término medio. Gran parte del trabajo de los fiscales durante la primera jornada del proceso descansaba en las imágenes, pero la jueza, Julia Sebutidine, pidió que ajustaran las preguntas al material gráfico y al testigo Smillie.
Taylor compareció ante los jueces en junio pasado, en lo que acabó siendo un intento fallido de abrir el juicio. Entonces despidió a sus abogados y reclamó más tiempo para preparar su defensa. A pesar de los retrasos ya acumulados por ello, se espera que el proceso pueda estar listo en 18 meses.
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