Comercio ordenará las rebajas, saldos y ofertas promocionales

Este próximo lunes se inician las rebajas de la temporada de invierno, con previsiones de incremento de ventas del 5% por parte de distintas asociaciones de comerciantes, la patronal de la gran distribución Anged y la confederación Catalana de Comercio. Pero la nueva campaña, que concentra casi un tercio de las ventas del año y que legalmente durará hasta el próximo 6 de marzo, se iniciará con un viejo problema por resolver: el de poder afinar quién hace trampa.

El Gobierno catalán vigila de cerca lo que son rebajas de lo que son otro tipo de ventas a precios inferiores a los habituales, como son las ventas en liquidación, los saldos y las ofertas promocionales periódicas. Pero esta vigilancia, con expedientes sancionadores incluidos, tiene como límite la propia normativa vigente, que "no define de forma suficientemente clara las diferencias entre unas y otras", según explica la directora general de Comercio, Dolors Batallé. Un establecimiento al que no le vayan bien las cosas no puede sacarse de la manga descuentos para animar los ingresos cuando y como le apetezca, pero algunos lo hacen. Otros casos detectados son los de tiendas que venden artículos por debajo de su coste, circunstancia que está prohibida a menos que el establecimiento esté en liquidación.

Comercio prepara cambios normativos que plasmará en un nuevo decreto en la segunda mitad del año que ordenará qué son y qué no son rebajas, "porque la falta de claridad actual afecta a la capacidad de los comerciantes para competir", añade Batallé. La aparición de nuevos formatos de venta -como los outlets, donde puede encontrarse mercancía de calidad de fuera de temporada a buen precio- complica más las cosas.

La Generalitat quiere además diferenciar entre sectores, porque no es lo mismo una tienda de electrodomésticos que una de ropa o de alimentación. Sólo si se produce la mencionada ordenación global de las rebajas tiene sentido para el Gobierno catalán abordar un cambio de fechas en el periodo de rebajas, como pide parte del sector.

Las principales asociaciones que aglutinan el sector del comercio, grandes y pequeñas, han aceptado responder a un cuestionario que está ultimando el Gobierno catalán (estará listo en un mes) con la finalidad de pulsar la opinión de los empresarios de la distribución sobre el amplio y confuso abanico de ventas y ofertas a menor precio que existen. Se les preguntará cuántas campañas promocionales suelen hacer al año -que suelen forzar a las tiendas vecinas a seguir sus pasos-, si la oferta afecta a un único tipo de producto o a todos, si las realiza para eliminar stocks que se tienen, etcétera.

Lograr un consenso total será "difícil, por no decir imposible", admiten fuentes del sector y la propia Administración. El Gobierno catalán excluye limitar las campañas de promoción que un establecimiento pueda hacer durante el año.