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Reportaje:

Crecen los trasplantes de vivos

El SAS estimulará la donación en vida para los 665 enfermos que esperan un riñón sano

Tereixa Constenla

Menos muertes en la carretera es, se mire como se mire, una buena noticia. Aunque se examine desde la óptica de las 862 personas que a día de hoy necesitan un trasplante para sobrevivir. En Andalucía, los donantes de órganos y tejidos por accidentes de tráfico disminuyeron en un 53% en 2007 gracias al descenso de la siniestralidad en las carreteras.

Es una tendencia que se inició hace años y se acentuó de forma contundente en 2007 como resultado de las medidas tomadas contra los accidentes. La comparación entre dos porcentajes da idea del peso que tuvieron estas víctimas en el pasado y su secundaria aportación actual. En 1991, los fallecidos en la carretera representaron el 40% de los donantes andaluces. En 2007, fueron el 11%.

Las donaciones de los fallecidos en la carretera decrecen cada año que pasa
"Con más de 70 años no sirven para donar ni el corazón ni el pulmón"

Los fallecidos por un accidente cerebrovascular fueron el grupo de donantes más numeroso el año pasado (el 66%), pero el coordinador autonómico de trasplantes del SAS, Manuel Alonso, puso ayer el acento sobre otro grupo minoritario pero simbólico: el de los donantes vivos. En 2007 se hicieron 26 trasplantes de riñón de donante vivo. Parecen pocos, pero casi triplican los de 2006. La intención de la administración sanitaria es estimular estas operaciones para "sacar a los pacientes de diálisis", precisó Alonso.

En la lista de enfermos que esperan un órgano sano hay 665 personas pendientes de un riñón y 153 de un hígado, también susceptibles de operaciones de donante vivo (el año pasado se hicieron dos trasplantes hepáticos de este tipo). "No tenemos por qué tener menos que el resto de los países desarrollados", apuntó Alonso, durante la presentación de los datos de 2007.

España lidera las donaciones de órganos de fallecidos a nivel mundial, pero casi no injerta órganos de personas vivas. Apenas el 5% de los trasplantes renales procedían de vivos en 2006 (en Andalucía rozó el 8% en 2007), mientras que en Europa alcanzaron el 31%.

Entre los beneficios citados por el SAS para donar un riñón figuran que evita entrar en diálisis, logra mayor supervivencia, carece de lista de espera y la técnica empleada (cirugía laparoscópica) acelera el alta hospitalaria del donante. Es un trámite que requiere autorización judicial y administrativa.

En 2007 salió a la luz el singular caso de Rocío, una joven madre de 17 años de Camas (Sevilla) que fue autorizada por un juez a donar a su bebé, Noara, aquejada de una enfermedad hepática, aunque finalmente la llegada de un órgano de donante fallecido evitó la intervención. "Es posible que en el futuro se planteen excepciones. Una persona puede ser madura a los 17 y no serlo a los 24, pero son otros expertos los que tienen que decidirlo", puntualizó el coordinador autonómico.

Como Rocío, la mayoría de los donantes vivos son mujeres (el 77%). Las madres o padres del beneficiario son los más proclives a dar su órgano (42%), aunque también es frecuente entre esposos o parejas (31%) y hermanos (23%). Entre amigos se registró un caso en 2007.

Otro cambio en el perfil de donantes tiene que ver con la edad. La edad media ha crecido de 35 años (año 1991) a 55 (2007). De hecho, el pasado año se registraron siete donantes que habían superado los 80 años. El envejecimiento invalida la donación de ciertos órganos. "Con más de 70 años no sirven ni el corazón ni el pulmón", indicó Alonso, que destacó que los inmigrantes han asumido las mismas pautas respecto a la donación que los españoles. Son entre el 5 y el 7%.

Los hospitales andaluces realizaron 595 trasplantes en 2007, entre ellos cuatro "en dominó", que permite con una sola donación de hígado efectuar dos trasplantes.

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.

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