Falta público para tanta música

Dos datos se impusieron al hacer balance de las actuaciones musicales celebradas en 2006: Bob Dylan protagonizó en la playa de La Zurriola el concierto al aire libre con más espectadores (83.000, según datos oficiales) reunidos en Euskadi; y Fito & Fitipaldis batieron en el Bizkaia Arena la marca en recitales bajo techo (19.000 asistentes). En 2007 ningún artista ha superado esas cifras. ¿Quiere eso decir que no nos visitan músicos de interés? Todo lo contrario. The Rolling Stones, Bruce Springsteen & The E Street Band, The Who, Metallica, Bjork, Marilyn Manson, Wilco, Ricky Martin, Elvis Costello, Mana, Chuck Berry, Gilberto Gil y Norah Jones figuran en la impresionante nomina de artistas que en 2007 han tocado en el Pais Vasco. "Muy pocos sitios en Europa pueden decir lo mismo", asegura el donostiarra Iñigo Argomaniz, presidente de la Asociación de Promotores Musicales (APM), que agrupa a las 45 empresas que están detrás del 80% de los conciertos de iniciativa privada que se organizan en España. Y el problema parece ser precisamente ése, ya que la oferta supera a la demanda.

Los récords de asistencia de 2006 no se han superado este año

"La supera absolutamente, y creo que eso exige un esfuerzo de coordinación", plantea Argomaniz, quien no oculta que esa "cantidad bestial" de actuaciones de artistas de primera fila genera resultados de todo tipo. "Hay conciertos que están funcionando muy bien y en otros ha habido más dificultades. Los grandes conciertos llenan, y eso tapa un poquito que hay un montón de artistas y de grupos pequeños que están pasando dificultades", explica el promotor, responsable asimismo de Get In Producciones.

Dos casos representativos: Springsteen despachó 16.000 entradas en 90 minutos, mientras que los Stones sólo pudieron actuar en el estadio de Anoeta frente a un aforo aceptable después de que la empresa promotora regalara miles de invitaciones a última hora. Quizá influyó el hecho de que horas antes habían actuado en Bilbao Iron Maiden y Red Hot Chili Peppers.

Según datos facilitados por la Sociedad General de Autores y Editores, a 30 de noviembre de este año se habían celebrado en Euskadi 1.241 conciertos de música clásica y 5.387 de música popular. Es decir, una media diaria de al menos 20 conciertos, la mayoría de ellos de pago.

En el capítulo de suspensiones sobresalen la del concierto que Elton John iba a ofrecer en Vitoria como inauguración de la plaza de toros cubierta de la ciudad y la ausencia de Chayanne en las fiestas de Bilbao. En el de infraestructuras destaca la incorporación al circuito de conciertos de la sala Rockstar Live, en Barakaldo. Su aforo de 2.300 personas viene a paliar una carencia existente, con lo que ya se pueden celebrar actuaciones de todo tipo de formatos. "Cómo llenar todos esos espacios de contenido atractivo es el gran reto", plantea Iñigo Argomaniz. Y destaca la implicación de las instituciones públicas en la organización de los grandes conciertos.

El rock ha dejado de ser una propuesta peligrosa, un ariete de la contracultura, una herramienta antisistema, la musica del diablo. Ahora, instituciones, multinacionales cerveceras y operadoras de telefonía quieren aparecer vinculados a sus estrellas.