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Reportaje:

Las peores noches del año

Más de 1.500 'sin techo' pasarán esta Navidad en la calle o en albergues

Javier Padín tomará por fin turrón este año. Lleva más de cinco sin probarlo, los mismos que ha pasado viviendo en la calle. Abandonó Berriatua con 19 años y desde entonces su vida ha girado en torno a la heroína. "En la calle no existe Navidad, tan sólo el temor de volver a pasar una noche más a la intemperie. Los albergues se llenan y si no tienes sitio, tan sólo te queda buscar un cajero automático abierto en la que refugiarte del frío", cuenta este vizcaíno de 44 años y dispuesto a no volver "nunca jamás" a la calle. Este año vivirá la Navidad de nuevo, porque su madre ha vuelto a invitarle a pasar las próximas fechas en casa. No correrán la misma suerte las 420 personas que las asociaciones de ayuda a los indigentes calculan que viven en la calle.

Cerca de 420 personas viven en Euskadi en la calle
Para las fiestas los ayuntamientos han reforzado los servicios sociales

Thais Dos Santos tampoco tiene casa, pero ya ha conseguido su plaza en el albergue bilbaíno de Mazarredo. Tiene 21 años, es brasileña y lleva cerca de medio año en Bilbao, desde que decidió ingresar en Proyecto Hombre a través de la asociación Agiantza. Llegó a España con su madre y su padrastro, pero pronto decidió andar libremente por diferentes ciudades. Durante los últimos tres años ha tenido que vivir sin casa fija, utilizando muchas veces las calles como dormitorio. "Los peores días los he pasado en Vitoria. Tuve que pasar todo un invierno en la calle, durmiendo dónde podía. Todavía me duele la cabeza al recordarlo. No me dejaban tumbarme ni en los portales", relata esta brasileña de 22 años.

Como Thais, 1.800 personas utilizan los servicios para personas sin hogar de Euskadi, según los últimos datos que ofrece el Instituto Vasco de Estadística- Eustat. Este colectivo supera ampliamente las 1.135 camas que ofertan los servicios de acogida nocturna de instituciones y ONG. Por eso, durante los días de invierno tanto los ayuntamientos como las entidades sociales se esfuerzan por ampliar los recursos ante el crecimiento de la demanda.

Thais se ha beneficiado de uno de ellos. El Ayuntamiento de Bilbao ha habilitado una planta nueva en el albergue de Mazarredo en su Plan contra el frío, por encima de las 187 plazas que ofrece todo el año. Durante los próximos meses ofertará 50 plazas más, ampliables a un centenar, para que las personas sin hogar puedan pasar la noche. "Las personas del albergue me tratan con mucho cariño", asegura Thais con la mirada nublada. Tiene problemas con el alcohol y recibe tratamiento psiquiátrico.

En San Sebastián, el Ayuntamiento también ha reforzado el servicio duplicando las 40 plazas con que cuenta durante todo el año y ha habilitado un local especial para las noches que bajen de los cero grados. Un sistema que también ofrecen los servicios sociales de Vitoria y que una media de 14 de personas demanda cada noche. A la vez, Vitoria cuenta con 34 plazas en un centro de noche para las personas sin hogar. "Cuando sabemos que la noche va a ser especialmente fría, dejamos que todos aquellas personas que lo deseen entren en nuestros albergues", señala un portavoz del Ayuntamiento vitoriano.

"El mundo de los albergues es muy duro. Te encuentras con lo peor", continua Thais para dejar claro que los albergues tampoco son la solución a todos sus problemas. Ella fue expulsada de uno de ellos por pelearse con otras compañeras. Durante un año no podrá volver al albergue de Elejabarri de Bilbao. Sin embargo, por los albergues pasa también la solución a muchos de sus problemas. En uno de ellos Javier Padín le desviaron a una asociación de ayuda a toxicómanos y ahora asegura haber abandonado la heroína.

La otra cara del Guggenheim

Diferentes entidades sociales, que trabajan con la población sin hogar de Bilbao, se han unido para reclamar como plataforma que otro Bilbao y País Vasco es posible. Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas han vuelto a denunciar la existencia de una elevada bolsa de población que sobre vive "sin nada" en la calle. "Son cerca de un centenar por capital vasca. Muchos son extranjeros y la gran mayoría sufre problemas con las drogas y enfermedades psiquiátricas", señala Joseba Gaya responsable de comedor social de Cáritas Bilbao y miembro de esta plataforma llamada BesteBi. Una situación que ya conocen las instituciones y que les lleva a reforzar año tras año este servicio. "En San Sebastián esta cifra varía cada día. Unos días encontramos un asentamiento de 50 personas rumanas y al día siguiente no queda ninguna", explica Iñigo Estomba, responsable del servicio de Inserción Social del Ayuntamiento donostiarra. Pese a todo, las bajas temperaturas volverán a convertir las noches navideñas en las peores del año a cerca de medio millar de personas en Euskadi. "Suponen la otra cara del Guggenheim, del desarrollo que han alcanzado las diferentes ciudades vascas", aseguran desde BesteBi.

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