El PSC aventaja en 32 puntos al PP y en 25 a CiU
Los problemas de las infraestructuras y el transporte pasan a ser la principal preocupación de los ciudadanoscarmen secanella La Sagrada Familia ahorra energía y sólo se ilumina una tarde
A cuatro meses de las elecciones legislativas del 9 de marzo, el barómetro de invierno que elabora trimestralmente el Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEOG) dio ayer una alegría a los socialistas catalanes. Las sucesivas crisis en las infraestructuras y el transporte han pasado a primer plano en la preocupación de los ciudadanos, pero eso no ha impedido que creciera la intención de voto para el PSC, que se sitúa en el 37,2%, nada menos que a 32 puntos porcentuales de sus rivales del PP y a 25 de CiU.
El socialista es el único partido que registra un alza significativa en intención de voto
CiU critica la muestra sobre la que se ha realizado la encuesta
En las elecciones legislativas de 2004, la ventaja del PSC fue de 18,8 puntos porcentuales sobre CiU y de 24,2 sobre el PP, para el conjunto de Cataluña. La reacción de CiU ante estas expectativas fue criticar la muestra sobre la que se ha realizado la encuesta. El portavoz nacionalista, Oriol Pujol, dijo que barómetro tras barómetro, el recuerdo de votos a CiU entre los encuestados es menor que el real.
El socialista es el único partido que registra un alza significativa en la intención de voto. Ha crecido 6,3 puntos porcentuales respecto al barómetro del CEO de otoño. CiU ha pasado del 11,7% al 12%, tres décimas más. En cambio, Esquerra Republicana (ERC) desciende cinco décimas porcentuales, al pasar de 8,1% en otoño a 7,6%. El PP registra una mejora de dos décimas y alcanza el 5% desde su 4,8% del anterior barómetro. Por último, Iniciativa Verds-Esquerra Unida i Alternativa (ICV-EUiA) sube también dos décimas, para quedar en el 4,4%. Ciutadans, que no existía cuando se celebraron las últimas elecciones generales, registra una intención de voto del 0,3% para las próximas.
La encuesta de base para el barómetro se llevó a cabo entre el 20 y el 30 de noviembre, con una muestra de 2.200 personas. Era un día antes de la manifestación convocada en Barcelona para protestar por los problemas en las infraestructuras y el caos ferroviario. Y coincidió también con el intento de reprobación de la ministra de Fomento, la socialista Magdalena Álvarez, en el Congreso de los Diputados.
La falta de infraestructuras y transportes aparece en el barómetro como la segunda preocupación de los ciudadanos cuando se les pregunta qué problema consideran más importante. La primera preocupación es el acceso a la vivienda. La tercera es la inmigración; la cuarta, el paro y la precariedad laboral, y la quinta, la insatisfacción por la situación económica.
En cambio, el orden se invierte cuando los encuestados responden sobre una lista de problemas ya elaborada. Las infraestructuras pasan a ser el principal problema y el acceso a la vivienda el segundo.
Pese a que la multitudinaria manifestación del 1 de diciembre fue interpretada como una eclosión de soberanismo, el barómetro dado a conocer ayer indica un descenso de 1,2 puntos en el porcentaje de ciudadanos que creen que Cataluña debería ser un Estado independiente. Son el 17,3%, frente al 18,5% del barómetro de otoño. En cambio, el 37,8% que declara que Cataluña ha de ser una comunidad autonóma de España representa 2,7 puntos más que los que opinaban lo mismo en el anterior barométro. Los partidarios de que Cataluña sea un Estado en una España federal descienden desde el 34,2% en otoño al 33,8%. El 5,1% quiere que Cataluña sea una región de España.
La evaluación de líderes está encabezada por el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, que obtiene una valoración de 5,7 puntos sobre 10. El presidente de la Generalitat, José Montilla, queda segundo, con 5,43, seguido del jefe de la oposición, el nacionalista Artur Mas, con el 5,27. En cambio, el más conocido es el líder de ERC, Josep Lluís Carod, citado como tal por el 94,3% de los encuestados. Le siguen Montilla, Mas, Duran Lleida y Joan Saura.Ya ha llegado la Navidad a la Sagrada Familia. Y para dejar constancia de ello, el patronato del templo católico iluminó durante la tarde y la noche de ayer la fachada del edificio conocida como la del Nacimiento, que da a la calle de la Marina. La especial luminotecnia, con motivo del concierto de la asociación Amigos del Templo, tiñó unas horas el monumento de color rojo y verde azulado. El presidente del Patronato de la Sagrada Familia, el democristiano Joan Rigol, asistió al acto de iluminación de la obra de Gaudí. La decisión de no mantener las luces durante todas las Navidades favorece la reducción del consumo energético.
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