El futuro de las empresas vascas pasa por ser más "sofisticadas e internacionales"
La internacionalización, la sofisticación y el crecimiento son "tareas pendientes" que deben afrontar las empresas de Euskadi si quieren ser más competitivas, según concluye un informe elaborado por el Instituto Vasco de Competitividad, Orkestra, una entidad dependiente de la Fundación Deusto.
El informe, el primero realizado por este instituto, parte de estudiar el pasado y presente de las compañías vascas y su nivel de competitividad. "El transcurrir de los últimos años se puede calificar de exitoso, pero eso no es garantía de futuro", advirtió ayer el presidente del consejo asesor de Orkestra, Jon Azua.
El futuro pasa por tres líneas de actuación, según expuso el director general de la entidad, Alejandro Ruelas-Gossi. Para empezar, es importante que las empresas del País Vasco sean cada vez más internacionales, un objetivo que requiere apostar por las alianzas y la colaboración entre el sector público y privado.
Otro reto fundamental es la sofisticación de los productos o, lo que es lo mismo, hacer valer la economía de las ideas, ofrecer productos con un valor diferencial. Eso no significa que haya que renunciar a fabricar determinados bienes, sino que hay que "buscar la diferencia", insistió Ruelas-Gossi. Y puso un ejemplo gráfico: "No es lo mismo producir un kilo de acero rolado que un kilo de acero para construir un cohete para la NASA".
El tamaño de la empresa no condiciona el logro de la sofisticación. Sí puede influir en el crecimiento de la compañía, que lo tendrá más difícil para ganar en rentabilidad cuanto más pequeña sea. Por eso, el informe Orkestra apunta a la necesidad de implantar "políticas claras" que ayuden a superar este obstáculo, como préstamos blandos.
