Gaddafi ofrece Libia como plataforma para invertir en otros países africanos
El líder libio anima a las empresas a crear riqueza para reducir la inmigración
Muammar el Gaddafi se despidió ayer de España dejando una fórmula para acabar con los problemas de la inmigración. El líder libio, que se dejó fotografiar en grupo con los empresarios españoles que le visitaron en El Pardo, ofreció la posibilidad de aprovechar Libia como plataforma para establecer inversiones y negocios en otros países de África. Así, según Gaddafi, se pueden "desarrollar proyectos a todos los niveles, crear empleos y reducir la pobreza". Sabedor de que la inmigración subsahariana es uno de los graves problemas en España y Europa, no dudó en utilizar ese mensaje para ejercer el papel de caudillo continental.
Gaddafi, que no pudo recibir a la delegación empresarial en su jaima por la lluvia, aseguró a los empresarios que Libia ofrece la seguridad jurídica necesaria para garantizar las inversiones. La verdad es que el bocado que ha destapado en este viaje resulta muy apetitoso. El dinero que reporta el petróleo le permite abordar grandes proyectos "para modernizar el país" y al que difícilmente las empresas pueden dar la espalda. De ahí, la expectación empresarial y el entusiasmo gubernamental. Que se lo digan, si no, a Sacyr, que ha firmado un acuerdo para participar en el desarrollo de las infraestructuras en las que Libia invertirá 50.000 millones de euros en tres años. O al grupo petrolero Repsol, que es la primera empresa privada de Libia después de 20 años de presencia. O a Abengoa, que desde hace 19 tiende cableado eléctrico y trabaja en las traídas de aguas. O a Indra, que está haciendo el nuevo sistema de tráfico aéreo del país, o a Conservas Calvo, o a Mantas Mora... Ahora toca afianzar la posición y lograr nuevos contratos.
Pero Gaddafi quiere más. Ayer se mostró especialmente interesado en que estas empresas sirvan de enganche para que también acudan pequeñas y medianas empresas a su país. El presidente de las Cámaras de Comercio, Javier Gómez Navarro, alabó el crecimiento de Libia y tomó el testigo con un abanico de ofertas en turismo, construcción, textil, electrónica, defensa, además de los hidrocarburos o las infraestructuras. Ganas no faltan y experiencia, tampoco.
También puso condiciones. Pidió que se alcance "cuanto antes" un acuerdo para a evitar la doble imposición (que las empresas que invierten no tributen en los dos países), que ya existe en Francia o Alemania. Gómez Navarro se comprometió a interceder ante el Gobierno. Fuentes consultadas manifestaron que está muy avanzado. Además, se ha llevado cuatro acuerdos: el Acuerdo para la Protección Recíproca de Inversiones, que se ha renovado, y otros, con Exteriores, Defensa e Industria.
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