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Reportaje:

Dos años de laberinto para una licencia

Los informes que tramitaban los detenidos por corrupción tardaban ocho meses

Patricia Ortega Dolz

Ventanilla de la Junta Municipal del Distrito de Centro, en la plaza Mayor de Madrid:

-¿Qué debo hacer para solicitar una licencia de funcionamiento de un local del centro?

La funcionaria tras la ventanilla de Información apenas levanta la mirada, pone su mano sobre uno de los montones de impresos, subraya algo con un bolígrafo sobre el papel y lo pasa por el hueco de la ventanilla:

-Tienes que venir esos días y que te reciba la técnica de Urbanismo. Ella ya te dirá. ¡Siguiente!

Ni cita previa ni nada. El papel dice que hay que ir los lunes, los miércoles o los jueves, de 8.30 a 11.30. Y esperar, se supone, a ser atendido. Es el primer paso del gigantesco laberinto burocrático que atraviesan gran parte de las licencias de apertura o de funcionamiento en Madrid.

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La cruzada de esas solicitudes dura, según aseguran los técnicos del Ayuntamiento, una media de dos años y se atasca entre ocho y 12 meses en el área de Medio Ambiente del Consistorio (ver gráfico), según manifestó en un comunicado el pasado miércoles el Consejo Independiente de Trabajadores del Ayuntamiento de Madrid (CITAM), que cuenta con el 8% de los 11.500 funcionarios administrativos del Consistorio. El nido de la corrupción del llamado caso Guateque se encontraba justo en ese lugar, desde el que operaban los funcionarios Joaquín Fernández de Castro (jefe del departamento de Evaluación Ambiental) y Victoriano Ceballos (jefe de la División de Impacto y Análisis Ambiental), que, supuestamente, dosificaban la concesión de los permisos en función de lo que sus solicitantes estuvieran dispuestos a pagarles.

El recorrido de una solicitud de licencia de los locales de pública concurrencia (bares, restaurantes, gimnasios, escuelas infantiles, talleres...) es una especie de tela de araña burocrática. Un montón de viajes de ida y vuelta de una mesa de despacho a otra y vuelta a la primera y así... Pero hay un nudo gordo en ese entramado, un ovillo en el área de Medio Ambiente. Porque todas las licencias que requieren un informe de impacto ambiental (la mayoría, al ser muchas las denominadas zonas protegidas en la ciudad) deben pasar por ese despacho sí o sí.

Por eso todos los días salen coches con carpetas de expedientes de las juntas de distrito municipales con destino al número 12 de la calle de Recoletos, donde está la sede de Medio Ambiente, y el cuello de botella. Y donde estaban también los principales encausados en el caso Guateque. "Son unos veinte pasos los que calculamos que da un expediente hasta que se resuelve", dice Mariano Lapuente, un técnico del Ayuntamiento que trabaja en el grupo de IU y que se tomó la molestia de seguir y analizar la trayectoria de un expediente de licencia. "Pero la tardanza de esta gestión no se debe sólo a los casos de corrupción de dos o tres funcionarios, sino a un sistema burocrático inoperante que se ha mantenido por la inercia de la Administración", explica.

Los expedientes se van acumulando en los registros de las 21 juntas de distrito. Las solicitudes de licencia abarcan desde una beca de comedor hasta un permiso de apertura de un negocio. Un tótum revolútum de solicitudes difícilmente cuantificable. Según datos de técnicos del Ayuntamiento, el pasado mes de octubre había una acumulación de 7.158 expedientes, de los que sólo 3.843 habían sido resueltos y 3.315 estaban aún sin resolver. En total, con el registro central y los ocho correspondientes a cada una de las áreas del Consistorio, más los 21 de cada junta municipal, son 30 puntos de recogida de solicitudes de licencias los que hay en la capital.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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