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El Gobierno central pagó para tapar un caso

En lo que va de siglo, en la provincia de Ourense han desaparecido ocho retablos barrocos completos, una columna románica, 17 imágenes, cuatro pináculos barrocos y dos cálices de más de 100 años en parroquias de Piñor, O Carballiño, Leiro, Xunqueira de Ambía, Viana do Bolo, Cea y Xinzo. También faltó la diadema de plata de la Dolorosa de la mismísima capilla del Santo Cristo de la catedral, en el tercer robo importante que sufre la seo desde que está vigilada por cámaras de seguridad.

Otra pieza de la catedral, un esmalte de Limoges, fue sustraída de la exposición Silos y el Románico que organizó el Ministerio de Cultura. Según el archivero orensano, el Gobierno quiso ocultar el escándalo, encargó una réplica y, a cambio del silencio, arregló los tejados de la basílica. Luego, la original apareció en una subasta en París, pero la mayoría de los objetos no se recuperan jamás. Santiago sigue buscando dos tablas del retablo de Santa María de Betanzos que se llevó como si tal cosa Erik El belga, pero ya ha tirado la toalla en lo tocante a la cruz fundacional de la catedral. Desapareció de la capilla de las reliquias a principios del XX, dos días después de que "un norteamericano" se presentase en la sacristía ofreciéndole al deán un cheque en blanco por la pieza. "Creemos que sigue en EE UU, pero qué podemos hacer", lamenta Cebrián.

Una de las tallas más importantes que sigue buscando Ourense es la Santa Catalina de Cornelis de Holanda que faltó el año 88 de Trandeiras (Xinzo). Hace unos años, sin embargo, apareció el Caballero de la Orden de Malta de Francisco de Moure.

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