¿Y ahora qué me pongo?

Después de la alegría de la candidatura al Globo de Oro, ese primer paso en la consecución de un premio aún mayor como es el Oscar, viene el agobio. ¿Y ahora qué me pongo? Hay candidatas como Jodie Foster que no tienen problema. La aspirante al premio como mejor actriz dramática por The Brave One nunca ha faltado a su cita con Armani a la hora de ir a una gala de premios y su reciente salida del armario no va a cambiar las cosas.

Los grandes actores cuidan al milímetro su imagen sobre la alfombra roja

Más dudas levanta el nuevo rostro de Chanel, la joven Keira Knightley, candidata en la misma categoría por Atonement, que últimamente le ha sido infiel a esta venerable casa de modas para posar de Rodarte en la última alfombra roja que pisó con motivo del estreno de su película en Londres. "Escojo un personaje diferente cada vez que cruzo por una de ellas", comentó la actriz al describir su experiencia en su último paso por los Oscar, donde se sintió como "salida de un cuadro de Sargent", o en el Festival de Venecia, que vivió "como si fuera Sofía Loren".

Vista lo que vista el próximo 13 de enero, su entrada a la 65ª edición de los Globos de Oro será una de las más esperadas, quizá sólo eclipsada por la llamada novia de América, la idolatrada Julia Roberts. Candidata como mejor actriz secundaria por Charlie Wilson's War, su nominación supone el regreso de Roberts al circuito de los galardones después de casi tres años alejada de las pantallas por maternidad. Una vuelta que a juzgar por el modelo de Dolce & Gabbana que lució esta semana en el estreno de su película en Los Ángeles puede ser mucho más discreta que lo que sus seguidores vieron la noche que recogió su único Oscar, vestida como una reina de Valentino.

Giorgio Armani tiene otras seguidoras aseguradas en la alfombra roja y, además de Foster, parece seguro que Cate Blanchett, doble candidata al Globo como actriz principal con Elizabeth: The Golden Age y como mejor secundaria en I'm Not There, se apuntará a su estilo. Cierto es que su último paso por estos premios fue con un modelo de encaje negro de Jean Paul Gaultier, pero en esta ocasión la embarazada actriz disimulará su incipiente barriga con un modelo de Armani ahora que el diseñador ha hecho una importante donación económica al Teatro de Sydney que dirigen Blanchett y su esposo.

El estilo de Angelina Jolie, aspirante como mejor actriz dramática con Un corazón invencible, queda por ver, una estrella bastante voluble a la hora del vestir, en Cannes con Ungaro y el pasado año vestida de St. John, aunque siempre acompañada de ese complemento ideal de moda como es un Brad Pitt del brazo.

Mayor incógnita es lo que vestirán esas nuevas caras en lo que Hollywood considera su fiesta más desenfadada. La francesa Marion Cotillard, aspirante en la categoría de mejor actriz de comedia o musical con su interpretación de Edith Piaf en La Vie en Rose, tiene preferencias muy marcadas por los modelos de Chanel de Karl Lagerfeld o por todo lo que hace Jean Paul Gaultier.

Pero las debutantes Nikki Blonsky, con esa silueta entrada en carnes de cantante de ópera, o la joven Ellen Page, ambas aspirantes en la misma categoría, la primera por el musical y la segunda por la comedia Hairsprayo, tendrán que escoger entre alguno de los modistos que estos días llamen a su puerta.

Los chicos no se librarán de este mismo asedio y con una lista de candidatos que reúne a lo más guapo del momento, desde Viggo Mortensen a Johnny Depp, pasando por el siempre deseado George Clooney, su paso por los Globos de Oro será una nueva lección de estilo.

Para todos menos para Daniel Day Lewis. A sus 50 años, el actor británico está considerado como uno de los mejores en su profesión y su último trabajo en There Will Be Blood llega acompañado de alabanzas tales que parece que el galardón como mejor actor dramático ya tiene su nombre grabado.

Pero en cuestión de moda, Clooney y su omnipresente esmoquin de Armani le podían dar una lección o dos al ganador del Oscar por Mi pie izquierdo. Amante de los tejidos a cuadros, su último modelo en la première neoyorquina de su película, ese que diseñó el modisto británico Ozwald Boateng, le ganó comparaciones con el estilo de un payaso a la antigua usanza aunque sin nariz roja ni triciclo enano.