Rusia congela el pacto militar en Europa

La moratoria rusa del Tratado de las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE) entró en vigor ayer de acuerdo con la ley aprobada por el Parlamento y promulgada por el presidente Vladímir Putin. Moscú, sin embargo, ha subrayado que no se trata de una denuncia del tratado, sino sólo de una interrupción de su cumplimiento. El futuro del FACE, según el Kremlin, depende de los otros países: si éstos lo ratifican, Rusia puede retornar al tratado, que establece limites el número de tanques, aviones y piezas de artillería en territorio europeo.

"La Federación Rusa está dispuesta a continuar el diálogo sobre el FACE durante el periodo de suspensión de su cumplimiento. Confiamos en que este diálogo dará frutos, que son posibles si los otros países participantes del Tratado muestran voluntad para buscar soluciones mutuamente aceptables", aclaró una nota de Exteriores.

Para Rusia, el FACE, firmado en tiempos de la guerra fría, ha dejado de responder a las realidades europeas. Mientras tanto, su variante adaptada hace ya ocho años que no puede entrar en vigor debido a la posición de los OTAN, se lamenta Moscú.

Rusia ahora tiene las manos libres para aumentar el número de efectivos y de armamento en la parte europea del país y, particularmente, en la frontera occidental y en la caucásica. Como medida de respuesta a los planes de EE UU de emplazar elementos de su escudo nuclear en la República Checa y Polonia, el Kremlin puede reforzar su presencia militar en el enclave de Kaliningrado.

La OTAN dijo ayer "lamentar profundamente" la decisión rusa de suspender la aplicación del FACE y se mostró "particularmente decepcionada" por la medida en vista de los esfuerzos realizados por responder a las objeciones moscovitas. A pesar de reprobar el gesto, la Alianza señaló en un comunicado que no responderá de la misma manera y que seguirá cumpliendo con sus compromisos de transparencia ante el Kremlin. La Alianza subrayó que si bien Moscú suspende la aplicación del tratado no se retira de él.

Fuentes aliadas aseguran que las ofertas y la voluntad negociadora siguen en pie. "Cuando le interese a Putin se volverá a dialogar", apunta una fuente diplomática. "Ante cada propuesta nos hemos encontrado con su nyet. Replican con peticiones exageradas, como que la OTAN no se siga ampliando".