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Reportaje:

La sequía amenaza el Mediterráneo

Cataluña sufre la peor situación de la última década; este otoño ha llovido un 40% menos de lo normal para esta época; los embalses, en excepcionalidad

Las reservas de agua en España están al 41,9%, 13 puntos menos que en el mismo periodo de 2006. La amenaza de sequía se ha vuelto a instalar en el país y afecta fundamentalmente a la cuenca mediterránea, donde los embalses apenas llegan a un tercio de su capacidad (31%), cuando hace sólo un año rondaban el 40%. EL PAÍS ha analizado la situación en seis autonomías.

CATALUÑA El peor momento de los útlimos 10 años

Los recursos hídricos de Cataluña se encuentran en el peor momento de los últimos 10 años. "Sequía extrema", alertan desde la Generalitat. "Sequía estructural y con pocas posibilidades de revertir", advierten los expertos. Durante septiembre, octubre y noviembre ha llovido el 40% menos de lo que es habitual para esta época del año, según datos de Medio Ambiente. Poca lluvia que, además, no ha caído sobre las cabeceras de los ríos, que son los que llenan los embalses.

Las cifras que arrojan los pantanos catalanes también son preocupantes: se encuentran al 29% de su capacidad, frente al 54% que registraban en diciembre de 2006. Esto implica restricciones de agua para usos agrícolas y generación de energía hidroeléctrica, y límites para el riego de parques y jardines públicos.

Según las proyecciones que maneja el Gobierno catalán, Cataluña entrará en fase de emergencia en marzo de 2008, lo que ya podría significar restricciones de agua para uso doméstico.

Ante esta situación, los expertos fijan su atención en la política de trasvases: "Las desaladoras no nos van a solucionar el problema porque su funcionamiento tiene un coste energético impresionante. Es hora de ir abandonando el dogma antitrasvases que se puso de moda hace unos años y traer el agua del Ródano", señala Josep Dolz, investigador del departamento de Ingeniería Hidráulica, Marítima y Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña. "Si hemos atravesado los Pirineos para hacer pasar carreteras, podemos hacer lo mismo para traer agua", añade Dolz.

Este año la Generalitat ha invertido 83 millones de euros para construir y modernizar plantas potabilizadoras y depuradores, mejorar las conexiones de la red de agua y rehabilitar pozos y acuíferos subterráneos, entre otras actuaciones.

MADRID Un año sin restricciones

Acaba de cumplirse un año desde que la Comunidad de Madrid puso punto final a las restricciones en el consumo que mantuvo durante los dos ejercicios

Andalucía mira al cielo

Andalucía encara el cuarto año consecutivo de sequía con gran preocupación por el futuro de los regadíos. Las reservas medias de los embalses de la región -dividida en tres cuencas: Guadalquivir, Mediterránea y Atlántica- se encuentran al 34%, tres puntos menos que hace un año. Tanto en la cuenca del Guadalquivir como en zonas de la provincia de Málaga se han prorrogado los decretos de sequía. Los cultivos de cítricos son los más perjudicados. Andrés García, de la cooperativa agrícola Malaka, con sede en Álora (Málaga), afirma que la producción en el valle del Guadalhorce, el más afectado por las restricciones, ha bajado de entre 120.000 y 150.000 toneladas en 2000 a entre 40.000 y 60.000 en la última campaña. "Se han perdido 12.000 jornales desde 2002", calcula García, que reclama una mejor gestión del agua en esa zona.

El director gerente de la Agencia Andaluza del Agua, Juan Corominas, confía en que la falta de precipitaciones no suponga restricciones para el consumo humano. De los 24 sistemas en que está dividida la cuenca del Guadalquivir, nueve se encuentran en situación de emergencia, lo que significa que disponen de agua para atender la demanda de menos de un año.

En la costa andaluza, la gran esperanza está puesta en las 12 desaladoras de agua de mar previstas para los próximos tres años. Ahora funcionan cinco, que producen 95 hectómetros cúbicos anuales. Otras cuatro desaladoras en las provincias de Málaga, Granada y Almería se encuentran en construcción y tres están en proyecto.

Restricciones en Valencia

La Comunidad Valenciana no deja de mirar al cielo. Las reservas en los embalses han crecido respecto a 2006. Hay más agua, pero la situación está lejos de permitir alegrías después de tres años de dura sequía. Las confederaciones hidrográficas del Júcar (CHJ) y del Segura (CHS) garantizan un ejercicio más sin cortes en el suministro urbano. Las restricciones se impondrán de nuevo al campo. En Valencia, el río Júcar sigue en estado de alerta, siempre cerca de la emergencia, por lo que se cree que los regantes dispondrán sólo del 50% del agua de un año sin recortes. También los del Turia deberán conformarse con la mitad del caudal habitual. En Castellón, por el contrario, no habrá problemas. La CHJ puntualiza que esta previsión puede variar y se concretará en marzo, con las lluvias del invierno contabilizadas. En el sur de Alicante y en Murcia, donde gestiona los recursos la CHS, la agricultura vive pendiente de pozos y del trasvase Tajo-Segura. Afrontarán otro año complicado porque las reservas están "bajo mínimos".

Para aliviar algo la carga, el Gobierno ha eximido en parte a los regantes de tarifas de conducción y uso de infraestructuras hidráulicas. Pero los intentos de fijar precios del agua por sectores han fracasado, y el agrícola, que es el que más consume, sigue regido por una selva de tarifas y cuotas.

El Ejecutivo ha aumentado en esta legislatura el gasto en obras para ahorrar agua, reutilizar la depurada, modernizar regadíos y abrir pozos, lo que ha compensado en parte las restricciones al caudal de los ríos. En Alicante y Murcia, la solución a largo plazo se fía principalmente a las desaladoras, algunas ya en marcha. La Generalitat también ha reforzado la inversión en depuración y reutilización, pero insiste en reivindicar el trasvase del Ebro. El PP rechaza una penalización en los recibos.

En los municipios alicantinos se impone la facturación por tramos, en la que los primeros metros cúbicos son más baratos. Todo lo contrario que en Valencia, donde se castiga el ahorro al aplicar a todo consumo la misma cuota de servicio. Así, el metro cúbico sale a 1,7 euros en un recibo medio de 20 gastados, mientras que con sólo 5 metros cúbicos se paga por cada uno 4,4 euros, y al que consume 12 le sale por 2,4 euros. El consistorio premiará el ahorro con bonificaciones del 25% en 2008.

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