Olano hunde su gobierno en la peor crisis

El culebrón de la reforma del Impuesto de Sociedades en Guipúzcoa superó ayer todas las cotas registradas hasta ahora. En una calculada maniobra de última hora, el PNV actuó a espaldas vueltas de EA, su socio en la Diputación, y rechazó en las Juntas Generales el tipo del 30% propuesto por el propio gobierno foral, lo que supone abrir una profunda quiebra en el seno del ejecutivo guipuzcoano. Para ahondar en la crisis, el diputado general, el peneuvista Markel Olano, anunció que antes de fin de año aprobará vía decreto un gravamen del 28%, similar al de Álava y Vizcaya, "para evitar la desarmonización" fiscal en Euskadi.

La maquiavélica jugada del PNV, calificada en privado por dirigentes de EA como un acto de "alta traición", salva in extremis el escollo del desajuste fiscal que estaba a punto de provocar Guipúzcoa con el tipo del 30%, pero desencadena la mayor crisis interna habida en el gobierno foral. "Estamos tristes, sorprendidos y avergonzados", manifestó Iñaki Galdos, primer teniente de diputado general y presidente regional de EA, en un receso del pleno de las Juntas Generales.

EA sostiene que si el decreto es rechazado en las Juntas rige el 32,6%

Buen considera "roto" el equipo del diputado y critica su "falta de liderazgo"

Pese al enfado, Galdos asegura que EA no romperá el acuerdo con el PNV

El PNV ha optado por la vía de la imposición, tras fracasar sus intentos de convencer a EA sobre el riesgo de sancionar, por primera vez desde la aprobación del Estatuto, la ruptura fiscal en Euskadi. "Tengo auténtico pavor a la desarmonización fiscal", admitió recientemente Olano en una conversación con un grupo de periodistas. Así se entiende que su partido haya decidido finalmente sacrificar la estabilidad del gobierno foral a cambio de evitar las consecuencias de la ruptura fiscal.

El PNV guardó ayer en secreto su voto hasta el último momento. Previamente, su enmienda para rebajar el tipo al 28% fue rechazada con los votos de EA, entre otros. En la votación definitiva del proyecto de norma foral, cuando el resto de los grupos esperaban la abstención del PNV -así votó en la comisión la semana pasada-, los 16 junteros peneuvistas pulsaron el no junto con el PP, EB y Aralar. EA y el PSE se quedaron solos y en minoría a favor del 30%.

El rechazo del proyecto del Ejecutivo supone mantener en vigor el tipo actual del 32,6%. Sin embargo, Olano adelantó que se esforzará en lograr el "máximo acuerdo" con su socio antes de fin de año para aprobar "un nuevo decreto foral" con un tipo impositivo del 28%, "para evitar que las empresas de Guipúzcoa tributen de manera diferente a las de Álava y Vizcaya".

El decreto de urgencia al que alude Olano entra en vigor tras su publicación en el Boletín Oficial de Guipúzcoa y debe ser posteriormente convalidado por las Juntas antes de 30 días. La argucia legal del PNV consiste en aprobar el decreto a punto de acabar este año y con efectos desde el pasado 1 de enero, de modo que las empresas podrán liquidar sus beneficios de 2007 con arreglo al tipo del 28%.

La falta de apoyos en las Juntas provocaría la derogación del decreto, pero ya en enero del año que viene, cuando no tendría consecuencias prácticas en el devengo del impuesto, según la interpretación que hace la Diputación. Con esta medida, el PNV está dispuesto a desautorizar a su socio de gobierno y desairar a las propias Juntas Generales con tal de ganar tiempo para consensuar una nueva reforma a lo largo de 2008.

EA tiene dudas sobre la aplicación del decreto que pretende forzar Olano. Sostiene que, si no sale convalidado por las Juntas, el decreto pierde toda validez y, consiguientemente, el tipo queda establecido en el 32,6% actualmente vigente. En todo caso, Galdos aseguró que no lo apoyarán en el consejo de diputados y, además, pedirán que el Parlamento active la ley de Armonización y Coordinación fiscal. El dirigente de EA, que calificó de "irresponsable" la decisión del PNV, recordó que Olano defendió "solemnemente" el proyecto con el tipo de 30% como "un ejercicio imprescindible de responsabilidad institucional".

Sin disimular su enfado, y a pesar de reconocer que el Ejecutivo se encuentra "en crisis", Galdos manifestó que su partido no dará ningún paso para "desestabilizar" la coalición.

Frente al pataleo de EA, el portavoz socialista, Miguel Buen, sostuvo que el gobierno de Olano está "roto" tras el "engaño" del PNV a EA. El principal partido de la oposición, vencedor en las pasadas elecciones forales, que estaba a punto de lograr un triunfo al pactar con EA el tipo del 30%, vio desmoronarse su celebración al conocer la intención del diputado general. "Es un escándalo mayúsculo. Si finalmente emplea el decretazo, plantearé a Olano que se someta a una cuestión de confianza", indicó Buen, quien agregó que la "falta de liderazgo" del mandatario guipuzcoano "merecería una moción de censura".