Por unas cajas de boquerones
Un documental revisa la tragedia del naufragio del 'Nuevo Pepita Aurora'
"La mar salada no quiere gente de Barbate. Porque si la mar salada quisiera gente de Barbate, ya no habría uno vivo". Serafín Ramos, marinero jubilado, abre el documental Donde hay patrón (ZAP Producciones). Su primera frase es el inicio de una sucesión de testimonios cargados de crudeza sobre el trabajo en un barco. La película, dirigida por José Luis Tirado (Sevilla, 1954), quiere homenajear a los profesionales del mar y denunciar sus duras condiciones laborales. "Son trabajadores que se ven obligados a asumir un riesgo constante", señala el director. Son los que arriesgan sus vidas por unas cajas de boquerones.
Tirado, autor de cortos y otros documentales como Paralelo 36 y La liga de los olvidados giró su mirada a Barbate el pasado 5 de septiembre, cuando el pesquero Nuevo Pepita Aurora se hundió a escasas 14 millas de Barbate (Cádiz) al regresar de faenar en Marruecos. Ocho marineros lograron salvar sus vidas. Cinco murieron y otros tres siguen desaparecidos.
José Crespo, uno de los supervivientes, es el que se encarga de describir lo ocurrido. "¡Me ahogo, José, yo no sé nadar!", recuerda que le dijo un compañero cuando el barco zozobraba tras un golpe de mar.
"La tragedia es un punto de partida para conocer cómo viven los marineros. Es una historia local pero que, a su vez, es global", defiende el director.
El día del hundimiento todos sabían que había temporal. Pero los marineros están acostumbrados a desafiar la meteorología. "Cuando los ferrys de Algeciras se quedan amarrados, nosotros salimos", comenta el portavoz sindical Pascual Muñoz.
En esa decisión de salir a la mar nunca manda el marinero. Predominan las ganas de obtener dinero. "Los armadores dicen siempre 'si sale fulanito, salgo yo", lamenta Pilar Heredia, cuyo marido lleva 40 años en un barco. Su amiga María Pérez no duerme cuando por las noches el viento remueve las persianas.
Hay en el documental, que se estrenará en Barbate el 15 de diciembre, una queja constante a la precariedad, a la falta de alternativas, al riesgo constante, al miedo continuo. "Nos hemos jugado la vida por 90 cajas de boquerones", recuerda José Crespo. Ésa era la mercancía que llevaba a bordo el Nuevo Pepita Aurora.
Las esposas de los fallecidos ya son viudas oficialmente
Hace tres meses que el Nuevo Pepita Aurora se hundió y desaparecieron Francisco Cla, Manuel Reyes y Manuel Vuela. Transcurrido este plazo, sus mujeres pueden ya ser consideradas oficialmente viudas y cobrar la pensión. El portavoz de las familias, Sergio Lebrón, confirmó ayer que los parientes de los marineros siniestrados han iniciado el trámite para cobrar con la Seguridad Social las indemnizaciones por viudedad y orfandad.
El cobro de las primeras pensiones se hizo realidad el pasado 30 de noviembre cuando trascendió que las viudas de los cinco marineros ya enterrados todavía no habían cobrado.
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