"Un político no puede ser un charlatán"
Aquí, a La Ancha, detrás de las Cortes, vienen muchos congresistas. Si son adversarios, para estrecharse la misma mano con la que se amenazan desde el escaño; si son compañeros de partido -lo más peligroso en el escalafón político, según Konrad Adenauer- para limpiar en los manteles la sangre de los cuchillos.